martes, 23 de julio de 2024

MEDICINA: Miomectomía

  


El mioma es el tumor benigno más frecuente en las mujeres en edad fértil. Alrededor del 80% de las veces se manifiesta por menorragias o menometrorragias asociadas a la presencia de un mioma en la cavidad uterina, representado por miomas submucosos de tipo 0, 1 ó 2 de la nueva clasificación FIGO [1]. Estos miomas también pueden descubrirse en el marco de una evaluación de infertilidad. Deben tratarse mediante histeroscopia.

La histeroscopia (HSC) se ha convertido, en 20 años, en una técnica quirúrgica indispensable en la cirugía ginecológica. Con procedimientos cada vez más complejos, como el tratamiento de las sinequias de tipo IV, los miomas de tipo 2 ó 3, o algunas malformaciones genitales, debe introducirse el concepto de HSC quirúrgica avanzada, tal como se define para las laparoscopias más complejas. A pesar de la complejidad de algunos procedimientos, el 80% de las intervenciones deben practicarse de acuerdo con el concepto de cirugía ambulatoria.

La miomectomía a través de histeroscopia es una opción que permite la preservación del útero, por lo que es comúnmente considerada el procedimiento de elección para el tratamiento de esta enfermedad [3]. Sin embargo, la miomectomía es, entre los procedimientos que se pueden realizar por histeroscopia, uno de los que presentan mayor tasa de complicaciones.

La principal complicación es la hiponatremia secundaria a la irrigación endoscópica peroperatoria de grandes volúmenes de glicina hipotónica, causada por la sobrecarga de líquidos. Se manifiesta por trastornos neurológicos, visuales y cardiovasculares relacionados con la hiponatremia dilucional y la toxicidad directa de la glicina. Requiere la interrupción inmediata del procedimiento y el ingreso en una unidad de cuidados intensivos para su tratamiento [2].

Entre las complicaciones tempranas se encuentra el sangrado excesivo, la perforación uterina, la infección postoperatoria y la sobrecarga de fluidos. Este tipo de complicaciones alcanzan, según estudios, 1%-3,6% [4]. Entre las complicaciones uterinas, las sinequias uterinas (tractos fibróticos que se extienden entre las paredes uterinas y que dificultan o impiden la gestación), son las más frecuentes. La tasa global de prevalencia de complicaciones, según estudios, alcanza el 2,7% [5].

BIBLIOGRAFÍA

[1] Munro MG, Critchley HOD, Fraser IS. “The flexible FIGO classification concept for underlying causes of abnormal uterine bleeding.” Semin Reprod Med 2011; 29:391–399.

[2] Neveu ME., Vigoureux S., Debras E., Fernandez H. “Histeroscopia quirúrgica.” Ginecología – Obstetricia, 2022-07-01, Volumen 58, Número 3, Páginas 1-21, Copyright © 2022 Elsevier Masson SAS.

[3] Indman PD. “Hysteroscopic treatment of submucous myomas.” Clin Obstet Gynecol. 2006;49(04):811–820. Doi: 10.1097/01.grf.0000211960.53498.29

[4] Goldstein SR. “Significance of incidentally thick endometrial echo on transvaginal ultrasound in postmenopausal women. Menopause.” 2011;18(04):434–436. Doi: 10.1097/gme.0b013e31820ad00b

[5] Propst AM, Liberman RF, Harlow BL, Ginsburg ES. “Complications of hysteroscopic surgery: predicting patients at risk.” Obstet Gynecol. 2000;96(04):517–520. Doi: 10.1016/s0029-7844(00) 00958-3

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