Lápices de colores |
Bien, era una tarde en la cual yo tenía los lápices de
colores y ella dibujaba. Conforme quería un color distinto, me daba el que tenía
ella en ese momento y después elegía el color con el que quería hacer el
dibujo. Yo le preguntaba qué iba a dibujar y, después de su respuesta, le decía
si era adecuado el color y por qué.
Paso a transcribir la conversación:
Papá: -¿Qué color quieres ahora?
Hija: -El negro.
Papá: -¿Y qué vas a pintar?
Hija: -El cielo.
Papá: -Pero el cielo es azul, no negro.
Hija: -Sí lo es. Por la noche.
Después de esa lógica tan rotunda, decidí tener más
cuidado con mis observaciones, pues me di cuenta que la mente de un pequeño es
un auténtico saco de sorpresas. Y te puede vencer con una lógica aplastante.Cielo nocturno |