Y en esta novela, Galdós nos da un retrato muy acertado de Juan Martín, uno de los guerrilleros más famosos, si no el más famoso, de la Guerra de la Independencia Española.
Pero, sobre todo, el fresco que nos presenta Galdós es el horror, la miseria, el terror, la sensación de falta de piedad por parte de aquellos que "se echaron al monte" para defender a España del invasor francés. Pues en la partida del guerrillero, que Galdós hace que la conozcamos cuando ya está configurada como si fuera un ejército, el autor muestra las distintas podredumbres del género humano, los cruces de inteligencias, intereses, ambiciones, envidias, avaricias, conspiraciones y traiciones que se dan en una gran masa de hombres, sin reglamento externo que los dirija y en la que todos dicen servir a los mismos ideales, pero cada uno a su manera. Y Galdós nos descubre que esos hombres, dejados a su propia organización y en disposición de poder tomar decisiones contrapuestas, llegan al final a corromperse, dejando aflorar las emociones más bajas del género humano, la envidia, la ira, la soberbia, la vanidad, y para remate final, como si de una guinda se tratara, la traición.
Este es un libro no sólo que habla de la guerrilla española de la Guerra de la Independencia, sino que nos muestra a lo que puede llegar el hombre cuando traiciona aquellos ideales a los que dice servir.
Imprescindible, dentro de los Episodios Nacionales.