Lo primero que hay que decir de este libro es que se trata de un conjunto de escritos que no han sido creados para ser leídos conjuntamente, sino que responden a unas fechas y a unos hechos concretos. En ellos se puede apreciar los duelos intelectuales que mantenía el autor contra aquellos que atacaban su nueva fe católica, como el que se hubiera convertido a la misma. También hay referencias muy claras a las dos corrientes, o tres, autoritarias que surgían en los últimos años de su vida: el fascismo, el nazismo y el comunismo bolchevique, que pretendían dar solución al hombre como entidad, pero no como individualidad. Esta última reflexión la he recogido de Chesterton, no es mía propia.
El caso es que, en algunas ocasiones, resulta algo anacrónico, pues los fascismos y el nazismo, cree este humilde bloguero, están ya superados en el primer cuarto del siglo XXI. Si no están superados, al menos, no son tan evidentes y soberbios (entendido soberbio como pecado, no como grandeza) como lo eran entonces, ya que tienden a disfrazarse de otro tipo de creencias.
Sin embargo, siempre encontraremos el fino humor y la fina ironía de Chesterton en su enfrentamiento con sus contemporáneos, a la vez que el respeto hacia los mismos, los cuales podían pensar diferente de él, pero ello no significaba que fueran enemigos a batir, sino amigos con quién dialogar. Dialogar, algo que se está perdiendo en el mundo actual y que el conjunto de escritos de Chesterton que contiene este libro nos enseña a practicar, de forma natural, con respeto y sin odios.