La dismenorrea es uno de los síntomas ginecológicos más frecuentes en la adolescencia y suele empezar de 1 a 3 años después del inicio de la menstruación o menarquia. Aproximadamente un 10% de las mujeres pospuberales quedan incapacitadas de 1a 3 días de cada mes para realizar sus actividades normales.
El dolor suele iniciarse dentro de las 4 h primeras del comienzo
de la menstruación, alcanza su acmé en el primer día de la regla y suele
terminar a las 24-48 h. El dolor menstrual puede variar desde un dolor sordo
hasta una sensación de presión, contracciones o cólicos de tipo espasmódico o
continuo. Puede ir acompañado de náuseas y vómitos, diarrea o estreñimiento,
etc. El dolor normalmente es pélvico, pero puede irradiarse a la región
inguinal y a la zona lumbar.
La dismenorrea de la adolescente es, salvo alguna excepción,
primaria y funcional. La forma severa se caracteriza porque el dolor es muy
intenso y suele acompañarse de signos funcionales como náuseas, vómitos y
diarreas.
Las tasas de afectación de la población son muy variables, entre
el 20 y 60%, siendo de carácter severo entre el 10 y el 15%.
El diagnóstico clínico se basa principalmente en la práctica de
una anamnesis detallada y bien dirigida, enfocando las preguntas con relación a
los síntomas. Se trata de conocer la historia ginecológica y antecedentes
patológicos, previos al dolor menstrual de la adolescente, y preguntar sobre
los posibles sistemas involucrados, genital, urinario y digestivo.
BIBLIOGRAFÍA
-“Dismenorrea en la adolescencia”. Sociedad Española de
Ginecología y Obstetricia. Prog Obstet Ginecol. 2014;57(10):481—485.