HUSKY SIBERIANO |
-¿Sabes que podemos ver ahora a Brooklin y le puedes saludar?
Brooklyn es el perro de una vecina, un husky siberiano muy bonito, y solemos coincidir justo cuando nos vamos a la guardería. Su dueña llega con él de darle el primer paseo de la mañana. Pues su respuesta fue totalmente lógica:
-Los animales no hablan.
Ante aquello, y como ya la conozco, no me arredré y seguí atacando el tema.
-Pero seguro que pensará qué le pasa a esta niña que no me saluda.
Ella siguió en sus trece:
-Los animales no piensan.
Mi experiencia, incluso con animales salvajes, me sirvió perfectamente para pillarla el renuncio. Así que la contesté:
-¿Tu estás segura de que no piensan?
La callada por respuesta, con lo que insistí otro poco más:
-¿Entonces cómo saben distinguir si se quieren ir a derecha o izquierda, o quiénes son sus amos?
Calló. Y al ver que no estaba el perro con su dueña en el portal, exclamó:
-¡No está Brooklyn!
-Claro -le dije-, porque a veces coincidimos con ellos y otras veces no.
No sé si aprendió algo, lo que yo sí me di cuenta es de que razonaba, con tan sólo 2 años y 10 meses, de forma mucho más compleja de lo que habría pensado nunca.