Buenos días a todos aquellos que entren a estas líneas.
Llevo casi un año sin escribir porque las circunstancias de trabajo y personales son muy duras. No he querido perder de vista lo fundamental (la vida) por escribir cuatro letras en un medio de comunicación (pues al cabo es lo que ésto es) por el que no iban a mostrar interés muchas personas.
Esto último me lleva a agradecer a todos aquellos que han mantenido el blog activo con sus visualizaciones de las distintas entradas. Hay algunas de las que estoy orgulloso de ellas. Hay otras que me dan pena, y, por fin, algunas rozan la vergüenza ajena.
Algo de lo que me he podido dar cuenta en la última baja que he tenido, de unas dos semanas, es que soy mucho más feliz cuando me importa un rábano lo que piensan los demás. Y soy mucho más feliz cuando no me preocupo de lo que dirán los demás. Hago lo que quiero, o me permite mi modo de vida, sin esclavizaciones sociales, correcciones, ni sobre lo que está bien visto o no. Por ello, invito a aquellos que se sientan tan frustrados como me he sentido yo los últimos meses a que reflexionen. Piensen con tranquilidad y sin ninguna prisa, si realmente les vale la pena lo que están haciendo o, simplemente, están sumergidos en una espiral de cosas que les están robando la vida, el tiempo para disfrutar de ella.
Pues a este mundo, al contrario de la cultura judeo-cristiana que suelo defender y que decía hace siglos que habíamos venido para sufrir; a este mundo, me refiero, hemos venido para ser felices, incluso en medio de las adversidades. Como me recordó ayer una amiga: "limpia primero tu casa, y después ya habrá tiempo de que limpies la del vecino."
Como veis, y comprobáis si habéis llegado hasta ahora leyendo, estoy hablando de todo y de nada. Estoy dando razones y las contrarias. Porque el ser humano es tan maravilloso que puede pensar de formas contrarias sin necesidad de dejar de ser una auténtica persona que mantiene lo básico de la humanidad.
Con esto que estoy contando, si lo leen algunas personas, y sabiendo lo que está ocurriendo en el mundo (masacre de Gaza, guerra Ucranio-Rusa, amenaza estadounidense a un país soberano como Venezuela con la excusa del narcotráfico, remodelación del orden mundial en que los países llamados del tercer mundo, como India, China, etc. se van a poner, en unas décadas, a la cabeza de este mal llamado planeta Tierra); sabiendo lo que está ocurriendo en el mundo, me van a caer hostias como panes.
Si eso ocurre, la lluvia de hostias sobre esta entrada del blog, será la señal inequívoca de que la sociedad humana occidental está totalmente polarizada y, quizá lo que es peor, confundida y engañada. No me refiero con esto a que me lleven la contraria. Me refiero a que se puede provocar ese nivel de violencia simplemente porque alguien intenta compartir sus reflexiones de principios de otoño con todo aquel que quiera leerlas.
A pesar de todo lo dicho al final, un profunda y sincero saludo a todo el que haya llegado aquí en su lectura.

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