viernes, 7 de octubre de 2022

EL EQUIPAJE DEL REY JOSÉ. 1875. Benito Pérez Galdós

 

Acabada ya la primera serie de Episodios Nacionales, Galdós cambia casi todos los personajes de sus próximas novelas que constituirán la segunda serie. Empieza la primera novela de la misma, "El equipaje del rey José", usando el acontecimiento de la batalla de Vitoria en 1813 y de la desbandada de las tropas francesas, que dejó a todo la caravana de desplazados a merced de las tropas de la península, tanto inglesas, portuguesas como españolas, así como de los bandoleros de la zona y de las poblaciones cercanas, gente que se había acercado a ver pasar dicha caravana y que en el desconcierto de la huida, se aprovechan para rapiñar todo lo que pueden de los infelices que huían en dirección a una supuesta mejor tierra para ellos, Francia.

Pero, aquí empieza a urdir, en los personajes que muestra Galdós, lo que va a ser el "leif motiv", la esencia de lo que va a contar en sus próximas novelas. Y esta esencia no es, ni más ni menos, que la división profunda de dos Españas que se enfrentarán a lo largo de todo el siglo XIX, y cuyo germen estuvo en el fin de la guerra de la Independencia.

Galdós nos muestra que aunque Fernando VII no hubiera sido un rey tan funesto como fue, la población estaba dividida en dos regímenes contrarios y contrapuestos, cuya razón de ser era el enfrentamiento con el contrario y la intransigencia con ideas diferentes de las suyas.

Así, nos encontramos con un personaje, Fernando Navarro, alias Garrote, que es la personificación perfecta de la nobleza de recio abolengo venida a menos, la personificación del carlista que protagonizará los enfrentamientos de mediados a finales de siglo XIX. Para este personaje, lo primero son Dios y el Rey, y el absolutismo. Cualquier cosa que oliera a libertad, a trastorno de clases, a pérdida de su poderío e influencia, era herejía que había que arrancar desde las raíz, y la mejor forma era pasar por las armas a todos aquellos que no comulgaran con sus ideas. A pesar de su confesión cristianísima, no deja de presumir de sus correrías de juventud, e incluso se jacta de ellas, hasta que una noticia hace que su conciencia se inquiete al final de la novela. Pero esa inquietud no es tanto por el mal que ha hecho a otras personas, importándole esto último un comino, sino por si Dios le perdonará las culpas y podrá "entrar en el paraíso si muere". Galdós nos muestra aquí, en toda su crudeza la hipocresía, soberbia y vanidad en que vivían ciertas personas.

Otro de los personajes es un spin-off de las novelas anteriores, Salvador Monsalud. Joven cuya única oportunidad en la vida le viene del ejercito que invade su país. Por tanto, se alista en él y sufre todo el desprecio de sus compatriotas, al que le consideran afrancesado de la peor calaña. Este será uno de los personajes que irá apareciendo a lo largo de las siguientes novelas. Aquí aparece joven, pero ya sin rumbo, estando en un lugar que él sabe que no le pertenece pero que es el único lugar en el que ha sido aceptado: el ejército invasor de su patria.

La que fuera novia de Salvador, Jenara, también es un personaje a destacar. Representa a las mujeres fieras, decididas, hasta diríase que pendencieras, y que volverá a aparecer más adelante en la serie. No hay que referir que cuando descubre el afrancesamiento de Salvador, todas las cañas se vuelven lanzas.

Otro personaje, el del guerrillero echado al monte lo personifica Carlos Navarro, hijo de Fernando Navarro, que bebe los vientos por Jenara y que, como se puede adivinar, se enfrentará a Salvador.

Lo que más me sorprendió de la novela fue la descarnada descripción de la rapiña que hacen las tropas vencedoras, y más aún, las gentes de los pueblos de la zona, sobre la columna de suministros del rey José, así como de las personas que iban en la misma. No existe piedad, pues la que aparenta describir Galdós está teñida de desprecio y soberbia. Si no me alargo más en su descripción es porque, como siempre, es mejor leerlo que describirlo. Así que, a ello.

viernes, 30 de septiembre de 2022

CONJURA EN TOLEDO. 2020. Alfonso Solís


Debido a la falta de información sobre el periodo del reinado de Wamba, y dado que es el final más original de un rey visigodo, tonsurado en medio de una enfermedad que le había dejado seminconsciente, y que algunos historiadores atribuyen a un envenenamiento y a una conjura, Alfonso Solís monta una trama muy verosímil sobre lo que pudo haber ocurrido en aquellos lejanos años de finales del siglo VII, donde el enfrentamiento entre los poderes fácticos del reino visigodo, por muy soterrados que fueran, eran, al mismo tiempo enconados.

Una buena novela, con intriga, con un final que no acaba, y que es otro de sus aciertos, con el derrocamiento de Wamba y que permite apreciar lo parecidos que somos, mental y emocionalmente, a la gente de hace aproximadamente 1400 años, aunque nos creamos tan avanzados. Pero esa es otra historia.

lunes, 26 de septiembre de 2022

LA BATALLA DE LOS ARAPILES. 1875. Benito Pérez Galdós.


Y esta novela da por acabada la primera serie de Episodios Nacionales, escrita por Galdós en la segunda mitad del siglo XIX, cuando habían pasado más de 50 años desde que se produjeron los hechos que narra. 

Aunque la novela se refiere a la batalla de los Arapiles, que son dos montes, situados uno enfrente del otro, uno mayor que el otro, en este caso Galdós nos retrata la variedad del bando antifrancés, con la mezcla de portugueses, españoles e ingleses. E igual que en la novela anterior, de Juan Martín el Empecinado, hay un protagonista secundario alrededor del cual gira la historia. En dicha novela era el cura mosén Antón, que acaba su vida en la última página de la novela. En este caso, se trata de todo lo contrario. Una mujer joven, pizpireta, algo fantasiosa, atrevida más que valiente y que procede de Gran Bretaña, y que hará que Gabriel, el protagonista de toda esta primera serie, esté en más apuros de los normales que se producen en una situación de guerra. Se trata de la representante de aquellas ideas románticas que se tenían de España fuera de sus fronteras, sobre todo dentro de los círculos aristocráticos de una serie de países avanzados, cuyo representante más paradigmático era el Reino Unido de la Gran Bretaña, y que fueron explotados por autores anglosajones como Washington Irving (Cuentos de la Alhambra).

También hay que decir que la ayuda de la llamada Miss Fly, nombre muy adecuado (señorita Mosca sería la traducción literal), será imprescindible en algunos momentos de la obra. También su historia, la de esta muchacha inglesa, estará relacionada con una de las novelas anteriores de esta serie, la que Galdós dedicó a Cádiz. Y su historia nos hará comprender la predilección de la señorita por permanecer en la compañía de nuestro protagonista. No sigo, pues destriparía el argumento.

En cuanto a la parte histórica reflejada en la novela, se describe el asedio de las tropas aliadas (inglesas, portuguesas y españolas) a Salamanca, la retirada de los franceses de dicha ciudad, y la batalla de los Arapiles, que, debido a un giro funesto del destino, Gabriel Araceli la vive en el lugar en que la lucha fue más dura, donde hubo más muertos, más sangre, más violencia; cuando a la parte española de las tropas de Wellington se le había encargado esta vez un papel más secundario, más digamos en retaguardia, de reserva. 

La maestría de Galdós ya no es necesaria comentarla y consigue un entrelazamiento de personajes y de acción, que no deja un momento de reposo, salvo por los circunloquios que hace tener a los personajes principales de esta serie de novelas que constituyen la primera parte de sus Episodios Nacionales.

Por último, con esta novela termina la historia de nuestro protagonista Gabriel Araceli. A partir del suceso, de la batalla de los Arapiles, Gabriel nos hace un resumen corto de lo que consistió su vida a partir de aquel momento, y de cómo siguió ya una existencia mucha más tranquila y acomodada. El descanso del guerrero.

jueves, 15 de septiembre de 2022

DE LA MANO DE LOS GRIEGOS APRENDEMOS A PENSAR. 2014. Jorge Faral


Se trata de un libro de divulgación sobre la filosofía griega clásica, alcanzando a Aristóteles como cumbre de dicha filosofía.

Tiene como virtudes:

  1. -La claridad expositiva. Los conceptos se entienden muy bien, usa los textos más sencillos para que la idea que quiere transmitir se comprenda adecuadamente.
  2. -El recorrido cronológico, comenzando por los presocráticos, después los sofistas, y, por último, las tres cumbres de la filosofía griega: Sócrates, Platón y Aristóteles. Así permite observar cómo se va produciendo un avance en el pensamiento a lo largo de los siglos, y cómo, valiéndose de lo que pensaron sus anteriores colegas, el filósofo puede ir añadiendo su propia inducción o deducción y aumentar así el conocimiento sobre las materias que entonces componían la filosofía.
  3. -Consigue que comprendamos que las bases de nuestra civilización, en cuanto al pensamiento y al comportamiento, están en la filosofía griega. Pues, aunque parezca mentira, muchas de las preguntas éticas y sobre el sentido de la vida, que se plantea el hombre actual del siglo XXI, ya estaban planteadas, y algunas de ellas respondidas satisfactoriamente, en aquellos lejanos siglos V y IV antes de J.C.
  4. -Entiendes como la evolución cultural posterior en Europa parte del pensamiento clásico. Aquello que tanto nos decían los maestros en la escuela y no llegábamos a poder atisbar en nuestra adolescencia.

Sobre todo, son muy aconsejables los diálogos, inventados por el autor, entre Alejandro y Aristóteles, que responde a la literatura usada en aquellos tiempos, y al método de discusión mediante el cual los alumnos aprendían cosas descubriéndolas por sí mismos, o bien equivocándose y dándose cuenta de ese error. Esta forma de aprender se tenía en la Grecia Clásica, sobre todo en aquellos que podían permitirse ir a la Academia de Platón o al Liceo de Aristóteles, o poder pagar un preceptor que hubiera bebido de la tradición de dichas instituciones.

En resumen, un libro para leerlo, disfrutarlo, releerlo, pensarlo, y no perderlo nunca de vista.

viernes, 2 de septiembre de 2022

JUAN MARTÍN EL EMPECINADO. 1874. Benito Pérez Galdós.


Y en esta novela, Galdós nos da un retrato muy acertado de Juan Martín, uno de los guerrilleros más famosos, si no el más famoso, de la Guerra de la Independencia Española.

Pero, sobre todo, el fresco que nos presenta Galdós es el horror, la miseria, el terror, la sensación de falta de piedad por parte de aquellos que "se echaron al monte" para defender a España del invasor francés. Pues en la partida del guerrillero, que Galdós hace que la conozcamos cuando ya está configurada como si fuera un ejército, el autor muestra las distintas podredumbres del género humano, los cruces de inteligencias, intereses, ambiciones, envidias, avaricias, conspiraciones y traiciones que se dan en una gran masa de hombres, sin reglamento externo que los dirija y en la que todos dicen servir a los mismos ideales, pero cada uno a su manera. Y Galdós nos descubre que esos hombres, dejados a su propia organización y en disposición de poder tomar decisiones contrapuestas, llegan al final a corromperse, dejando aflorar las emociones más bajas del género humano, la envidia, la ira, la soberbia, la vanidad, y para remate final, como si de una guinda se tratara, la traición.

Este es un libro no sólo que habla de la guerrilla española de la Guerra de la Independencia, sino que nos muestra a lo que puede llegar el hombre cuando traiciona aquellos ideales a los que dice servir.

Imprescindible, dentro de los Episodios Nacionales.