lunes, 26 de septiembre de 2022
LA BATALLA DE LOS ARAPILES. 1875. Benito Pérez Galdós.
jueves, 15 de septiembre de 2022
DE LA MANO DE LOS GRIEGOS APRENDEMOS A PENSAR. 2014. Jorge Faral
Se trata de un libro de divulgación sobre la filosofía griega clásica, alcanzando a Aristóteles como cumbre de dicha filosofía.
Tiene como virtudes:
- -La claridad expositiva. Los conceptos se entienden muy bien, usa los textos más sencillos para que la idea que quiere transmitir se comprenda adecuadamente.
- -El recorrido cronológico, comenzando por los presocráticos, después los sofistas, y, por último, las tres cumbres de la filosofía griega: Sócrates, Platón y Aristóteles. Así permite observar cómo se va produciendo un avance en el pensamiento a lo largo de los siglos, y cómo, valiéndose de lo que pensaron sus anteriores colegas, el filósofo puede ir añadiendo su propia inducción o deducción y aumentar así el conocimiento sobre las materias que entonces componían la filosofía.
- -Consigue que comprendamos que las bases de nuestra civilización, en cuanto al pensamiento y al comportamiento, están en la filosofía griega. Pues, aunque parezca mentira, muchas de las preguntas éticas y sobre el sentido de la vida, que se plantea el hombre actual del siglo XXI, ya estaban planteadas, y algunas de ellas respondidas satisfactoriamente, en aquellos lejanos siglos V y IV antes de J.C.
- -Entiendes como la evolución cultural posterior en Europa parte del pensamiento clásico. Aquello que tanto nos decían los maestros en la escuela y no llegábamos a poder atisbar en nuestra adolescencia.
Sobre todo, son muy aconsejables los diálogos, inventados por el autor, entre Alejandro y Aristóteles, que responde a la literatura usada en aquellos tiempos, y al método de discusión mediante el cual los alumnos aprendían cosas descubriéndolas por sí mismos, o bien equivocándose y dándose cuenta de ese error. Esta forma de aprender se tenía en la Grecia Clásica, sobre todo en aquellos que podían permitirse ir a la Academia de Platón o al Liceo de Aristóteles, o poder pagar un preceptor que hubiera bebido de la tradición de dichas instituciones.
En resumen, un libro para leerlo, disfrutarlo, releerlo, pensarlo, y no perderlo nunca de vista.