Se denomina «código ictus» al procedimiento creado para identificar precozmente los signos y síntomas de un ictus isquémico y trasladar al paciente a un centro sanitario de referencia donde se selecciona aquel paciente que pueda beneficiarse de una terapia de reperfusión y cuidados especiales en una Unidad de Ictus.
No debe enviarse al paciente al centro médico más
cercano, sino al centro médico de referencia más cercano. En caso de grandes
distancias se puede practicar tratamiento con telerradiología descartando
sangrado e iniciando terapia por vía intravenosa (i.v.) [1,2].
Los tratamientos validados son la fibrinólisis i.v.
y la trombectomía mecánica intraarterial (TM).
La fibrinólisis i.v. consiste en la inyección i.v.
de Alteplasa, que es un activador recombinante del plasminógeno. Puede
emplearse con un límite de 4 h y media desde el inicio de los síntomas y su
eficacia es mayor cuanto menos se demore su administración; es de fácil
aplicación, pero presenta numerosas contraindicaciones, dado que puede
complicarse con hemorragia intracerebral o sistémica. La TM se practica en
centros de referencia acreditados; precisa de anestesista por si fuera
necesaria sedación o anestesia general, implica demora en los preparativos e
inevitablemente transcurre tiempo entre la punción femoral y la reperfusión
vascular definitiva. Frente a la fibrinólisis i.v. tiene mayor ventana de
actuación, es más eficaz en el tratamiento de obstrucciones proximales y
trombos de mayor tamaño y tiene menos complicaciones hemorrágicas [1,2].
Las guías incluyen unos límites clínicos y
radiológicos a partir de los cuales se considera que hay escasa posibilidad de
mejoría clínica y mayor probabilidad de complicaciones hemorrágicas:
Tiempo transcurrido desde el inicio del evento:
Se considera un límite de 4 h 30 min para el tratamiento fibrinolítico i.v. [1,2], aunque en casos seleccionados, y contando con estudios radiológicos de viabilidad tisular, puede extenderse el uso compasivo del tratamiento i.v. [2]. La TM tiene una ventana de actuación de 6 h; sin embargo, si el estudio multimodal demuestra escaso infarto y buena penumbra isquémica, se puede intervenir hasta 24 h después del inicio de los síntomas [3,4].
Extensión del infarto establecido:
Cuando es superior a 1/3 del territorio de la arteria cerebral media (ACM) equivalente a 70-100 cc de tejido; supone una contraindicación relativa que afectaría fundamentalmente a los casos de más de 6 h de evolución o con otras contraindicacionesparciales al tratamiento [2]. La mayoría de las guías clínicas desaconsejan la intervención en infartos extensos con puntuación ASPECTS < 6 [2].
Estudio convencional sin contraste
Resulta obligatoria la práctica de una técnica
convencional de neuroimagen (TAC) para la selección de los candidatos al
tratamiento de reperfusión.
Descarta sangrado.
Delimita el infarto. Se considera límite para el
tratamiento un infarto establecido con un volumen de un tercio del territorio
de la ACM o 75-100 ml de tejido cerebral.
El Alberta Stroke Program Early CT Score (ASPECTS) es una escala semicuantitativa que puntúa del 10 al 0 según aparezcan signos de isquemia precoz en alguno de los 10 territorios vasculares predeterminados de ACM: una puntuación de 10 indica que no hay alteraciones, mientras que se resta un punto por cada región cerebral afectada. Una puntuación inferior a 6 indica un infarto grande, con escasa posibilidad de mejoría clínica tras el tratamiento y con elevado riego de sangrado. La escala ASPECTS se utiliza como referencia en todas las guías clínicas.
Estudio angiográfico
Es necesario practicar una angiografía por TC (ATC)
en aquellos pacientes que reúnen criterios para la TM intraarterial [2].
Esta exploración confirma la presencia o ausencia
de una oclusión arterial, el nivel de la obstrucción, la extensión del trombo,
el estado del árbol vascular y el grado de oclusión arterial.
La TM estará indicada en los casos de oclusión de
la arteria carótida interna, los segmentos M1 o M2 de la ACM o los segmentos A1
o A2 de la arteria cerebral anterior demostrados con angio-TC.
Ante una oclusión proximal, la presencia de buenas
colaterales se asocia habitualmente a un infarto pequeño, mayor componente de
tejido rescatable y resulta predictora de buen pronóstico [5, 6].
Estudio de perfusión
El estudio de perfusión es un estudio dinámico que
recoge las curvas de captación y eliminación de contraste en un volumen
cerebral determinado.
Los estudios de perfusión calculan muchos
parámetros a partir de diferentes algoritmos de deconvolución. Los más
utilizados son el volumen sanguíneo cerebral (VSC), el flujosanguíneo cerebral
(FSC), el tiempo de tránsito medio (TTM), el tiempo al pico (TP) y el tiempo
hasta el máximo realce (Tmáx). Estos parámetros tienen distintos valores de
referencia. Los más utilizados actualmente son FSC < 30% en el lado
patológico como equivalente a infarto y Tmáx prolongado más de 6 segundos
respecto al hemisferio sano para indicar penumbra isquémica [7].
Identificación de la necrosis isquémica: La
perfusión TC (PTC) interpreta alteraciones dinámicas de la perfusión sanguínea.
La gran mayoría de los falsos negativos con PTC corresponden a infartos
lacunares o infartos corticales que quedan fuera del campo estudiado (unos 8 cm
de espesor en los equipos de 64 detectores) [7, 8].
Actualmente, puede practicarse la TM hasta 24 h
desde el inicio del evento si los pacientes presentan buenas colaterales,
escaso infarto y penumbra recuperable significativa.
Código ictus de la Comunidad de Madrid [9]
El Código Ictus está enmarcado dentro del Plan de
Atención a los Pacientes con Ictus en la Comunidad de Madrid. Se trata de un
procedimiento clínico asistencial y de coordinación entre los tres ámbitos de
la asistencia sanitaria, Atención Primaria, SUMMA 112 y hospitales, con el
objetivo de, ante la sospecha de un ictus, poder poner a disposición del
paciente los recursos de asistencia y traslado más idóneos a su patología, así
como ser trasladado con la vigilancia y asistencia optima al centro idóneo para
aplicar la fibrinólisis o la técnica de TM.
Se establece todo un procedimiento asistencial
coordinado con el fin de identificar precozmente el ictus, incluyendo la propia
llamada de activación de los servicios de emergencia y, una vez reconocido, se
envía el recurso idóneo para su valoración, tratamiento y traslado, que será
coordinado por el personal de la Mesa de Enfermería del Centro Coordinador.
Cuando la unidad constata que se trata de un ictus
y cumple los criterios de inclusión, contacta con la Mesa de Enfermería (Vía
tetra o teléfono), que ejerce de eslabón fundamental de coordinación:
Recoge los datos clínicos necesarios.
Busca el centro idóneo.
Lo alerta de la llegada del paciente, con el fin
de garantizar la mejor asistencia al paciente.
Una vez alertado el centro hospitalario, se realiza el traslado, de tal forma que en el centro el personal estará esperando al paciente y, en muchas ocasiones, será trasladado incluso a la propia sala de tratamiento.
En la valoración inicial básica del paciente, ante
sospecha de ictus en el ámbito pre-hospitalario, se debe interrogar sobre la
aparición brusca de los siguientes síntomas, que suponen la existencia de
focalidad neurológica y constituyen sospecha de ictus.
Los datos mínimos necesarios son:
hora de inicio de los síntomas,
comorbilidades,
ictus previos,
medicación actual y
valoración funcional (independencia o dependencia
para las actividades básicas de la vida diaria).
La exploración neurológica consta de Escala del coma de Glasgow –GCS- (escala de valoración del estado de conciencia). Orientación espacio-temporal. Lenguaje. Pares craneales. Desviación óculo-cefálica. Fuerza y sensibilidad. Alteraciones cerebelosas. Signos meníngeos.
La información que se facilita al servicio
coordinador de urgencias consta de los siguientes puntos:
Dirección en la que se encuentra el paciente.
Tiempo de evolución de los síntomas (hora de su
inicio).
Edad y sexo.
Cualquier otro dato clínico que se considere
relevante (ictus u otra enfermedad vascular previos, comorbilidad, medicación
actual).
Los criterios de inclusión en el Código Ictus son la presencia de un déficit neurológico agudo persistente en el momento del diagnóstico iniciado hace menos de 24 horas o bien de hora desconocida pero presumiblemente inferior a 24 horas, y la presencia de alguno de los síntomas de sospecha de ictus.
La ubicación del paciente, a su llegada al hospital
serían el área de críticos del Sº de Urgencias. En este lugar, el neurólogo de
guardia del centro con UI de referencia quien actuará como Neurólogo Gestor del
Caso (NGC), evaluando la posible indicación de trombólisis intravenosa o de TM.
El NGC debe realizar:
Historia clínica y exploración.
Escala de Rankin modificada (ERm) previa.
Escala de NIHSS (National institute of Health
Stroke Scale).
Escala de coma de Glasgow (GCS).
Valoración de los resultados de la TAC craneal.
Confirmación del diagnóstico y tipo de ictus.
Decisión de tratamiento.
Según el resultado del TAC, en el caso de ictus
isquémico, si sospecha de oclusión de gran vaso, realización de angio-TAC
urgente en el primer hospital de atención.
El TAC de perfusión se realizará si el ictus
isquémico es de inicio desconocido o de evolución >6 horas y <24 horas, a
criterio del neurólogo y del neurorradiólogo.
Una vez determinadas las características del ictus
isquémico, se debe valorar indicación de tratamientos de reperfusión con
trombólisis intravenosa o trombectomía mecánica (TM).
En caso de confirmarse la necesidad de realización
de una TM, el neurólogo gestor del caso contactará con el hospital de guardia
para TM con el objetivo de gestionar el traslado urgente del paciente a dicho
centro. Sin embargo, la derivación al hospital de guardia de trombectomía
mecánica no garantiza que se vaya a realizar este tratamiento, sino que el
paciente será evaluado para valorar las posibilidades terapéuticas disponibles.
En el caso de la TM, la decisión del tratamiento
siempre debe individualizarse de acuerdo a las características de cada paciente
concreto. La realización de TM se decidirá de forma conjunta entre los miembros
del equipo responsable del paciente (neurología y neurradiología). En el caso
de ser necesario un traslado interhospitalario el equipo del centro emisor
consensuará con los posibles receptores la decisión de TM antes de movilizar al
paciente. Una vez realizado el traslado, considerando la situación evolutiva de
cada paciente, la decisión final sobre la TM será tomada por el equipo
receptor.
En cuanto a los tiempos desde inicio de la clínica
hasta la punción femoral para la realización de la TM, en lo que se refiere a
la circulación cerebral anterior, que es dependiente de la arteria carótida, el
Código ictus de la Comunidad de Madrid habla de menos de 6 horas desde el
inicio de los síntomas, o bien, menos de 24 horas desde la última vez en que el
paciente fue visto asintomático, siempre y cuando el tejido cerebral salvable,
según las pruebas de imagen, suponga la supervivencia de dicho paciente.
No se aconseja la repetición de imágenes en
pacientes trasladados desde otro centro si no hay empeoramiento clínico y no
han pasado más de dos horas desde el primer estudio, ya que no aporta
beneficio.
Las contraindicaciones para la realización de la TM
son:
Hemorragia cerebral aguda o transformación
hemorrágica franca en el mismo territorio vascular.
Coma irreversible.
Por riesgo de complicaciones al realizar la
técnica: plaquetopenia menor de 50.000 o alteraciones graves de la coagulación.
Situaciones en las que no se recomienda la TM:
Situación de dependencia marcada.
Demencia previa moderada-grave
Enfermedad concomitante grave o con mal
pronóstico vital a corto plazo.
En la tabla 8 del mismo documento, que se refiere a
las indicaciones y recomendaciones de TM según las principales variables a
considerar en la toma de decisión, establece que en aquellos ictus que afectan
a la arteria carótida interna y a la arteria cerebral media, que son de inicio
desconocido (o de inicio entre 6 y 24 horas antes), no existiendo presencia de
tejido salvable, la TM no estaría indicada.
BIBLIOGRAFÍA
[1] Jauch EC, Saver JL, Adams HP, Bruno A, Connors
JJ, Demaerschalk BM, et al. “Guidelines for the early management of patients
with acute ischemic stroke: A Guideline for Healthcare Professionals from the
American Heart Association/American Stroke Association.” Stroke. 2013;
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[2] Powers WJ, Rabinstein AA, Ackerson T, Adeoye
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2019 update to the 2018 guidelines for the early management of acute ischemic
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Association/American Stroke Association.” Stroke. 2019;50: e344-418.
[3] Albers GW, Marks MP, Kemp S, Christensen S,
Tsai JP, Ortega-Gutierrez S, et al. “Thrombectomy for stroke at 6 to 16 hours
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[4] Nogueira RG, Jadhav AP, Haussen DC, Bonafe A,
Budzik RF, Bhuva P, et al. “Thrombectomy 6 to 24 hours after stroke with a
mismatch between deficit and infarct.” N Engl J Med. 2018; 378:11-21.
[5] Tan IY, Demchuk AM, Hopyan J, Zhang L,
Gladstone D, Wong K, et al. “CT angiography clot burden score and colateral
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[6] Menon BK, d´Esterre CD, Qazy EM, Almekhlafi M,
Hanh L, Demchuk AM, et al. “Multiphase CT. Angiography: A new tool for imaging
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[7] Vagal A, Wintermark M, Nael K, Bivard A,
Parsons M, Grossman AW, et al. “Automated CT perfusion imaging for acute
ischemic stroke: Pearls and pitfalls for real-world use.” Neurology. 2019;
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[8] Burton KR, Dhanoa D, Aviv RI, Moody AR, Kampral
MK, Laupacis A, et al. “Perfusion CT for selecting patients with acute ischemic
stroke for intravenous thrombolytic therapy.” Radiology. 2015; 274:103-14.
[9] “PLAN DE ATENCION A LOS PACIENTES CON ICTUS
COMUNIDAD DE MADRID 2021.” Grupo de trabajo del Plan de Atención a los
pacientes con ictus en la Comunidad de Madrid 2021. Dirección General de
Proceso Integrado de Salud. Servicio Madrileño de Salud. Consejería de Sanidad.
Abril 2021.
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