¿Qué es una Herniorrafía inguinal?: Es la
cirugía destinada a reparar una hernia en la zona inguinal.
Una hernia es un tejido que sobresale por un
punto débil en la pared abdominal. El intestino puede salir a través de dicha
zona, que se encuentra debilitada.
Durante la cirugía para reparar la hernia, el
tejido abultado se reintroduce. La pared abdominal se cierra y se refuerza con
suturas (puntos), y en ocasiones con una malla. Esta reparación se puede
realizar a través de cirugía abierta, o bien, cirugía laparoscópica.
Los riesgos de esta cirugía son [1]:
Daño a vasos sanguíneos o a otros órganos de
la zona inguinal.
Daño a nervios que discurren por la zona
inguino-escrotal.
Daño a los testículos, si un vaso sanguíneo
conectado a ellos resulta lesionado.
Dolor prolongado en la zona de la incisión.
Reaparición de la hernia.
La reparación de la hernia inguinal es un
método quirúrgico que se aplica comúnmente a pacientes adultos. A lo largo del
mundo, son intervenidos quirúrgicamente más de 20 millones de personas todos
los años. Con la ayuda de las modernas técnicas quirúrgicas, sus resultados presentan
una tasa baja de complicaciones y hacen que los pacientes sean capaces de
regresar antes al trabajo y a su vida social [2]. Sin embargo, aún presenta una
serie de complicaciones que hemos enumerado antes y que se ven favorecidas por
ciertos factores de riesgo.
Estos factores de riesgo a los que nos
referimos son:
o Edad igual o superior
a 50 años (la paciente tenía 54-55 años en el momento de la cirugía).
o Sexo masculino.
o Antecedentes de
hipertensión arterial y diabetes mellitus.
o Hernias tipo II según la clasificación de
Nyhus.
Estos factores se asocian a la presentación de complicaciones
agudas (edema del cordón espermático, e infección de la zona quirúrgica) y
crónicas (recidiva de la hernia y granuloma en la cicatriz o en las zonas
adyacentes) de la cirugía electiva de las hernias inguinales [3]. Los hematomas
y cardenales, que ocurren tras el daño en los vasos sanguíneos de la zona, son
comunes tras la reparación de una hernia, y las tasas de infección de la herida
quirúrgica varían entre 1% y el 7%. Metaanálisis recientes de diferentes
revisiones, entre ellas una correspondiente a la Cochrane (una de las
bibliotecas médicas más prestigiosas de los últimos 40 años), sugieren que la
antibioterapia profiláctica no reduce la tasa de infecciones quirúrgicas [4].
El dolor crónico es la complicación más seria, a
largo plazo, de la reparación de una hernia y puede persistir durante varios
años. Este tipo de dolor es más frecuente en pacientes jóvenes que han estado
con dolor severo de la hernia desde el primer instante.
Análisis estadísticos basados en estudios de
población identificaron cinco factores predictores del dolor crónico [4]:
Altos niveles de
dolor antes de la cirugía. El dolor anterior a la intervención quirúrgica
representa un factor de riesgo para el desarrollo del dolor crónico tras dicha
cirugía [2].
Edad.
Obesidad. La tasa de
dolor crónico aumenta en pacientes con un IMC (Índice de Masa Corporal) de 30 o
más [2].
Intervención
quirúrgica anterior de cualquier tipo.
Complicación postoperatoria.
A pesar de que algunas complicaciones de la
herniorrafía han disminuido de forma importante, el dolor inguinal crónico debido
a la operación es todavía una seria complicación, y su incidencia es evidente
en, aproximadamente, un 3% a un 6% de los pacientes. Dura al menos tres meses
después de la cirugía, y su impacto es negativo en la calidad de vida.
El dolor crónico inguinal se desarrolla por
diferentes razones, incluyendo:
▫ la disección de
nervios de la zona quirúrgica (nervios ilioinguinales, iliohipogástrico,
genitofemoral, femorocutáneo lateral),
▫ recidiva herniaria, y
▫ reacción a la malla que se coloque.
Siendo este dolor crónico generalmente de
naturaleza neuropática.
Mientras el daño nervioso puede ocurrir por
manipulación de las fibras neuronales, tracción de las mismas, o daño térmico
debido a la cauterización que se realiza durante la cirugía, puede también
ocurrir debido a la inflamación que se desarrolla a partir de una reacción
fibrótica a la malla después de la cirugía, o a partir del desarrollo de un
granuloma, neuroma u otro tipo de formación fibrótica [2].
La mayoría de los pacientes describen el dolor
neuropático en forma de:
♦ Hipoestesia (sensación
de acorchamiento con disminución de la intensidad de los estímulos dolorosos).
♦ Disestesia (percepción
anómala y desagradable de los estímulos a través de la piel).
♦ Alodinia (dolor que
aparece ante estímulos que no provocan dolor en situaciones normales, ej. roce
de la piel).
♦ Hiperalgesia (aumento exagerado del dolor
ante estímulos que provocarían dolor, pero de menor intensidad).
Este tipo de síntomas pueden aparecer en la
zona de incisión quirúrgica o en su vecindad. El dolor neuropático se da en
pacientes en los que se observa cierto grado de debilidad física, una situación
laboral o social complicada que influye negativamente en el paciente y en los
trastornos afectivos y del sueño.
De todas formas, el daño nervioso que ocurre
durante la cirugía no siempre causa un dolor neuropático, y evitar el daño
nervioso no necesariamente previene el dolor crónico [2].
Estos pacientes suelen ser derivados a la Unidad del Dolor, donde un equipo multidisciplinar realizará una aproximación terapéutica más adecuada. La exploración quirúrgica con escisión de nervios y la retirada de la malla se reserva para aquellos pacientes en los cuales los tratamientos médicos no han sido efectivos [4].
BIBLIOGRAFÍA
[1]
Kuwada T, Stefanidis D. The management of inguinal hernia. In: Cameron JL,
Cameron AM, eds. Current Surgical Therapy. 12th ed. Philadelphia, PA: Elsevier;
2017:623-628.
[2]
Tolga Ergonenç, Serbülent Gokhan Beyaz, Hande Ozocak, Onur Palabıyık, Fatih
Altıntoprak. “Persistent postherniorrhaphy pain following inguinal hernia
repair: A cross-sectional study of prevalence, pain characteristics, and
effects on quality of life.” International Journal of Surgery 46 (2017) 126-32.
[3]
Mamadou Saliou Diallo, Zenén Rodríguez Fernández, Germán Joubert Álvarez, Roald
Luís Gavilán Yodú, Ernesto Casamayor Callejas. “Factores asociados a las
complicaciones de la cirugía electiva de las hernias inguinales.” Revista
Cubana de Medicina Militar. 2019;48(4):707-722.
[4] Reparación de hernia inguinal. John T
Jenkins, Patrick J O’Dwyer. BMJ. 2008 feb 2; 336(7638): 269–272.
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