Adán y Eva. 1520-50, marfil. Hering Loy |
Otro episodio sobre sus primeros meses. Éste seguro que servirá para que todos nos hagamos a la idea, o recordemos, como van a ser esos días en que se produce una explosión funcional en nuestro pequeñuelo.
Adoración de los Reyes Magos El rey David recibe a los emisarios de las Doce Tribus La Reina de Saba ante Salomón. 1510-20, tríptico, óleo sobre tabla. Pseudo-Blesius. |
Le faltan 5 días para los 5 meses. Y ha avanzado un montón. Nos reconoce. Nos “cita”, no sólo con la mirada, sino con su risa, sus muecas, sus sonidos, sus lloros, sus chillidos. Sabe como llamar la atención. Y a veces nos agota la paciencia. Sí, es mi hija, de la que vengo hablando de distintas formas en las entradas anteriores.
Ha avanzado funcionalmente un mundo en este último mes. Conoce a todos los de su círculo más próximo, más familiar. Sigue sonriendo a todo el mundo, pero siempre y cuando esté segura que nosotros, sus padres, o alguien en quién ella confía plenamente esté a su lado. Coge todo con la mano y se lo lleva a la boca, para “reconocerlo”. Juega con mi mano un montón. Se aburre pronto de los juguetes que le damos (pez de plástico, rana, peluche pequeño, etc.). En la cama ya se vuelve a uno y otro lado. Aunque no gatea, levanta cabeza y pecho, repta y llega a los extremos de la cuna; y empuja con la cabeza esos extremos, como queriendo ir más allá. Da la vuelta al cuerpo, como si se tratara de la aguja de un reloj, y te la puedes encontrar con la cabeza en los pies de la cama. Lo más gracioso para mí es cuando, a primera hora de la mañana o a media mañana, antes de que empiece a llorar pidiendo ser levantada, se pasa de media hora a tres cuartos lanzando sonidos más o menos guturales, experimentando con sus cuerdas vocales y disfrutando de lo que sale de las mismas. Es una auténtica gozada ver como disfruta con ese juego vocal, y te pasarías el tiempo oyéndola, como si se tratara de una orquesta sinfónica. No ha vuelto a aprender ninguna palabra más de las anteriores. De hecho, las dice menos.
El crecimiento de la cabeza, después de las tres sesiones de fisioterapia se ha normalizado y ahora se la ve mucho más regular. Sin embargo, el día que nos saltamos la toma de la ranitidina sigue presentando los vómitos que tenía antes de introducir dicho medicamento. Aún así, sigue creciendo en el percentil que le corresponde, y se la ve bien, desarrollada. Con ello, vamos siguiendo día a día la situación clínica que parece que poco a poco está mejorando, aunque seguimos con los controles mensuales con la pediatra.
En fin, maravillados de su crecimiento y de su desarrollo psicofuncional. Y encantados como padres de tener a esta brujilla entre nosotros.
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