-Tú verás.
-Pues parece que sí, porque cumple mañana el cuarto mes. Lo que espero es no aburrir ni parecer un padre de esos “babosos”.
-Ni pesado, ni baboso. Más bien vago. Llevas casi el mes sin escribir por aquí, exactamente 29 días. Desde aquel famoso en que decidiste escribir sobre los “avances a los tres meses”.
-Sí, eso es verdad.
-Y esta entrada, ¿cómo la vas a titular? ¿Avances a los cuatros meses? Me puedo reír, ¿no?
-Pues sí, no está mal, así la pueden relacionar con la anterior. Y sí, te puedes reír, tronchar y hasta partir la “caja”.
-Empieza a trabajar antes que lleguen las “señoras” de la casa, que entonces no habrá quien pueda hacer esto.
-Pues déja ya de darme el coñ…
-Pshhh… ¡Qué ya hay niños en esta casa!
-Pero ahora no están.
-Pero lo podrán leer más adelante. No ves que esto de internet se queda grabado Dios sabe dónde, y per secula seculorum.
-¿Me vas a dejar o no?
-Vamos, arranca y me callo. ¡Ah! No, ahí está la llave y ya llegan las señoras. Lo tendrás que dejar en borrador.
-Bueno, ya veremos. De momento, descansaremos de decir chorradas.
Tras haber bañado a la bebé, y mientras la madre la está amamantando, retomo el blog.
Mañana cumple los 4 meses. Y en este último mes los avances psicomotores son muchísimos. Reconoce al padre y a la madre. Sonríe, llora según esté a gusto o no con las situaciones. Sabe reconocer los sentimientos de las personas con las expresiones de las caras. El lenguaje gestual se ha multiplicado. Coge los objetos, se los lleva a la boca, los muerde, aunque aún no tiene dientes. No ha dicho nuevas palabras, pero emite un montón de nuevos sonidos, y muchas veces, estando sola, se lía a decir una retahíla de sonidos conexos pero ininteligibles que parece que estuviera calentando la voz o ensañando para comenzar a hablar de un momento a otro. Imita algunos gestos de la cara, básicos, como la sonrisa, la apertura ocular, el cierre de los labios. Y ha empezado a imitar algún movimiento de los miembros superiores. Si se le pone en decúbito prono, es capaz de levantar la cabeza y el tronco y mirar hacia delante. Por supuesto, gira la cabeza hacia el sonido o la voz que le llama la atención, gira la vista y sigue a la persona que le llama la atención y dependiendo del tono de voz que tengas (lo cual hace que haya que tener cuidado con ellos) puede ponerse alegre o comenzar a llorar de formar incoercible.
Total, un auténtico avance psicomotor. Por supuesto, se gira a un lado y otro, aunque todavía no da la vuelta completa. Casi gatea, digo casi porque aún no hemos hecho la prueba, pero quizá le falte ya muy poco para ello. Sigue tan espabilada como antes. Lo mejor es que parece que va comiendo mejor.
Mantiene el reflujo. Si por cualquier razón se nos pasa la toma de ranitidina, tenemos de nuevo los episodios de reflujo. Sigue tendiendo a mirar hacia la izquierda y tumbarse a ese lado, con lo cual la cabeza va adoptando un ligero aplastamiento izquierdo. Seguimos estimulándole sobre todo desde el lado derecho. Parece que va dando efecto. En fin, que no tenemos tiempo para aburrirnos.
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