martes, 13 de agosto de 2024

MEDICINA: Cancer Gástrico.


Epidemiología

El cáncer gástrico tuvo una incidencia en nuestro país de 7313 casos nuevos en el año 2021, afectando más a los hombres, con una edad superior a los 65 años. A nivel mundial, el cáncer gástrico sigue siendo muy común, con una incidencia global de 1,03 millones de casos nuevos por año y 780.000 muertes, lo que convierte al cáncer gástrico en la tercera causa más común de muerte por cáncer. La supervivencia observada en nuestro país a los 5 años para este tipo de cáncer, es de tan solo el 21% de los pacientes, lo cual contrasta notablemente con otros como el de mama (con una supervivencia del 78%) o el de colon (47%).

La edad media del paciente al diagnóstico corresponde a los 72 años. La edad de presentación en el subtipo difuso es menor (media de 70,21 años) que en el tipo intestinal (media de 74,07 años). El anaplásico se relaciona con alteraciones genéticas y, por tanto, es más frecuente en pacientes jóvenes.

El CG (Cáncer Gástrico) es una neoplasia con mal pronóstico y se sigue asociando a una elevada mortalidad [14]. Esta elevada mortalidad se debe a múltiples factores, entre ellos el hecho de que el diagnóstico se realiza en estadios avanzados.

Histología

Los tipos histológicos del adenocarcinoma gástrico con base en la clasificación de Lauren [9] son el intestinal, el difuso y las formas mixtas. El de tipo difuso (también conocido como infiltrativo), tiene un peor pronóstico que el tipo intestinal. El cáncer gástrico difuso hereditario es un tumor poco frecuente y es causa del 2% de todo el cáncer gástrico. Se debe a mutaciones de líneas germinales del gen de la e-cadherina y sigue un patrón autosómico dominante de alta penetrancia [10]. Diversos estudios han demostrado que el evento carcinogénico fundamental en este tipo de tumores es la perdida de expresión de la e-cadherina por distintas mutaciones. Por ello, la importancia de los factores de riesgo potencialmente modificables no es tan relevante en este tipo de cáncer [2]. 25% de los CG se consideran del tipo mixto. Un tumor de tipo difuso puede aparecer en el seno de un tumor de tipo intestinal [15].

El tipo histológico intestinal de cáncer gástrico, aparece en pacientes más añosos y se relaciona con un mejor pronóstico que el tipo difuso.

El adenocarcinoma de tipo difuso, casi el 20% del total, conformado por células neoplásicas individuales, distribuidas por todo el tejido, acompañadas de linfocitos, histiocitos y las características células en anillo de sello. Este tipo de tumor es más común en individuos jóvenes y lo padecen hombres y mujeres en una proporción equilibrada. En las imágenes de endoscopia, para el subtipo difuso de cáncer gástrico, es posible que no se observe una tumoración o ulceración, sino que se observe engrosamiento de los pliegues gástricos.

El subtipo difuso es el que más frecuentemente presentan los pacientes en el estadio IV; los pacientes con histología de tipo difuso van a tener mayor probabilidad de que el cáncer esté más avanzado al momento del diagnóstico, y se asocia con más ganglios metastásicos (media de 7,02) respecto al intestinal (media de 4,54).

Síntomas

Los síntomas más comunes al diagnóstico son el dolor abdominal (52%) y la pérdida de peso (62%), manifestaciones inespecíficas y que pueden pasar desapercibidas. Este es uno de los motivos por los cuales el diagnóstico es tardío en una gran parte de los casos por lo que muchos pacientes presentan un estadio avanzado y un peor pronóstico [1]. Asimismo, los pacientes con estadios más avanzados tienen cifras de Hemoglobina (Hb) más bajas en el momento del diagnóstico, siendo la anemia de estos pacientes multifactorial.

La mayor parte de los pacientes con cáncer gástrico presentan síntomas al momento del diagnóstico. Los síntomas que se presentan incluyen molestias vagas en el epigastrio (26%), hematemesis o melena (20%), anorexia, saciedad temprana (18%) y pérdida de peso inexplicable. Estos síntomas y signos conducen a una endoscopia y biopsia de tubo digestivo alto. En ocasiones, la CT realizada para valorar los síntomas abdominales pueden identificar un engrosamiento gástrico o una tumoración gástrica que es indicación para la realización de endoscopia de tubo digestivo alto.

La pérdida de peso se cree que está relacionada fundamentalmente con una disminución de la ingesta, debido a una alimentación insuficiente por anorexia, náuseas, saciedad precoz… más que por un aumento del catabolismo de origen tumoral y del dolor abdominal, de localización epigástrica y constante a lo largo del proceso clínico.

Las náuseas (34%) o saciedad precoz suelen ser el resultado de la propia masa tumoral. Pueden ser síntomas característicos de un tipo de adenocarcinoma difuso, llamado linitis plástica, que consiste en una profunda infiltración tumoral que causa un estómago rígido y con imposibilidad para distenderse [3].

La anemia puede relacionarse con las pérdidas sanguíneas que ocasiona el cáncer gástrico [1], pero también pueden estar implicados otros mecanismos como la malnutrición típica del paciente anciano, o que por su edad avanzada tengan menos medios de adaptación a las cifras de hemoglobina.

La hemorragia oculta, acompañada o no de anemia, no es infrecuente; en contraposición con el sangrado visible, bien por melenas o por hematemesis, que solo se evidencia en un 20% de los pacientes.

En cuanto a los signos que se pueden encontrar a la exploración, el más relevante de ellos es la palpación de una masa abdominal, que no es muy común ya que indica un estadio muy avanzado.

En algunos casos se pueden presentar síntomas de enfermedad metastásica [4]. Los lugares más comúnmente afectados son el hígado, el peritoneo y los ganglios, tanto regionales como a distancia. Otras manifestaciones que se han recogido incluyen anemia hemolítica microangiopática, estados de hipercoagulabilidad como el síndrome de Trousseau, o poliarteritis nodosa. Todos estos procesos son mucho más infrecuentes.

Métodos diagnósticos

El cáncer gástrico es una patología prevalente, pero infradiagnosticada en sus estadios más iniciales, debido a su presentación larvada y sus síntomas poco específicos [6], siendo la diseminación linfática (el estadio tumoral), el predictor más importante de mal pronóstico.

La endoscopia con toma de biopsias, tanto de zonas con alteración macroscópica como de forma aleatoria por el tejido, supone la base del diagnóstico del cáncer gástrico. La endoscopia, por tanto, se trata de un método tanto diagnóstico (si tras la toma de biopsias la anatomía patología revela la presencia de células tumorales) como de screening, ya que permite la identificación de lesiones premalignas y facilita un seguimiento más estrecho de estos pacientes. Sin embargo, la tasa de fallos diagnósticos (falsos negativos) de la prueba endoscópica puede alcanzar el 25% de los pacientes.

Las distintas guías y consensos no recomiendan establecer cribado poblacional endoscópico de Cáncer Gástrico (CG) ni de Helicobacter pylori. Se sugiere cribado endoscópico únicamente en los individuos con criterios de CG familiar. Se sugiere no implantar el cribado endoscópico poblacional del CG en nuestro medio, España; ya que no existe una evidencia definitiva que demuestre que el cribado de CG mediante endoscopia reduzca la mortalidad (podría ser útil únicamente en poblaciones seleccionadas en algunas áreas de alto riesgo de Castilla y León o Galicia); y no se recomienda vigilancia endoscópica en los pacientes con atrofia gástrica sin metaplasia intestinal, independientemente del grado de extensión [13].

La clínica tan inespecífica del cáncer gástrico dificulta un diagnóstico precoz, por ello es relevante conocer aquellos factores que van a determinar un peor pronóstico, para orientar el tratamiento posterior [5]. Algunos de los parámetros que se tienen en cuenta, son la estadificación tumoral (cuanto más avanzada esté la progresión y extensión del tumor, conllevará un peor pronóstico); en relación con la anterior, pero con una relevancia especial se encuentra el número de ganglios invadidos por el tumor; y por último destacar el tipo histológico del cáncer, si se trata de un tipo intestinal o difuso.

La presentación de varios de los síntomas de alarma hace necesaria la recomendación de una endoscopia precoz según distintas guías [6], pero también muchos de estos síntomas se encuentran presentes en pacientes con patología disfágica y dispéptica, que tiene mucha más incidencia que el cáncer gástrico. Por tanto, no existe un claro consenso sobre el manejo del paciente con esta sintomatología. No obstante, diversos estudios [7] también destacan que los síntomas inespecíficos y similares a los de la disfagia, ocasionan un diagnóstico tardío, sobre todo en los pacientes más jóvenes y en los que existe menor sospecha de cáncer gástrico.

Tratamiento

Según la clasificación TNM existen cuatro estadios, siendo el IV el referido a una afectación más grave y extensa. La pérdida de peso, el síndrome constitucional y el dolor abdominal, son mucho más frecuentes en los pacientes con un estadio avanzado (IV). Cuando un paciente refiere dichos síntomas en la anamnesis o se objetiva pérdida de peso en la exploración, es más probable que ya se encuentre en un estadio avanzado de la enfermedad que si no lo refiere.

La presencia de adelgazamiento y dolor abdominal son los dos únicos datos relacionados estadísticamente con el pronóstico del paciente. En el metaanálisis realizado por Huang et al. [8] se objetiva este hecho, indicando que, en varios de los estudios analizados, la anemia se relaciona significativamente con mayor tamaño tumoral y aumento de la invasión local y linfática.

El Cáncer Gástrico (CG) debe ser tratado tan pronto se diagnostica para evitar su progresión y lograr su curación. El tratamiento endoscópico debe realizarse en aquellos pacientes con lesiones cuyo tamaño permita la resección completa en una sola pieza y que además tengan una probabilidad muy baja de tener metástasis ganglionares, y está indicado en tumores intramucosos diferenciados con un diámetro menor a 2 cm. [11].

La ablación quirúrgica del tumor primario con bordes microscópicos negativos y con resección de los ganglios linfáticos regionales es actualmente el único tratamiento curativo; con cirugía sola, las tasas de supervivencia a los cinco años se acercan al 25%. La resección paliativa del tumor primario por lo general se realiza solo si hay síntomas como sangrado u obstrucción incontrolables que no se pueden aliviar por otros medios. El tratamiento multimodal con quimioterapia sistémica mejora las tasas de supervivencia a cinco años en un 10% a 15% en comparación con la cirugía sola. Los cánceres en estadio clínico IV son subsidiarios únicamente de tratamiento paliativo.

BIBLIOGRAFÍA

[1] Venerito M, Link A, Rokkas T, Malfertheiner P. “Gastric cancer-clinical and epidemiological aspects.” Helicobacter. Septiembre de 2016; 21:39-44.

[2] Lauwers G, Kumarasinghe P. “Gastric cancer: Pathology and molecular pathogenesis.” UpToDate [Internet]. [citado 30 de enero de 2022].

[3] Najam AA, Yao JC, Lenzi R, et al. “Linitis plastica is common in women and in poorly differentiated and signet ring cell histologies: an analysis of 217 patients”. Proc Am Soc Clin Oncol. 2002;21: 166a.

[4] Hochberg L, S Hoffman M. “Types of adnexal masses.” UpToDate [Internet]. [citado 5 de diciembre de 2021]. Disponible en: https://www.uptodate.com/contents/types-ofadnexal-masses.

[5] Wanebo HJ, Kennedy BJ, Chmiel J, Steele G Jr, Winchester D, Osteen R. “Cancer of the stomach. A patient care study by the American College of Surgeons.” Ann Surg. 1993;218(5):583.

[6] Emura F, Gralnek I, Baron T H. “Improving early detection of gastric cancer: a novel systematic alphanumeric-coded endoscopic approach.” Rev Gastroenterol Peru. Jan- Mar 2013;33(1):52-8.

[7] Nguyen David K., Maggard-Gibbons M. “Age, poverty, acculturation, and gastric cancer.” Surgery Volume 154 number 3 2013. 444-452.

[8] Maconi G, Kurihara H, Panizzo V, Russo A, Cristaldi M, Marrelli D, Roviello F, de Manzoni G, Di Leo A, Morgagni P, Bechi P, Bianchi Porro G, Taschieri AM. “Gastric cancer in young patients with no alarm symptoms: focus on delay in diagnosis, stage of neoplasm and survival.” Scand J Gastroenterol 2003; 38: 1249-1255.

[9] Lauren P. “The two histological main types of gastric carcinoma: Diffuse and so alled intestinal-type carcinoma, an attempt ata histolo-clinical classification.” Acta Pathol Microbiol Scand.1965;64:31---49.

[10] Cardoso R, Coburn N, Seevaratnam R, et al. “A syste-matic review of the indications for genetic testing andprophylactic gastrectomy among patients with hereditarydiffuse gastric cancer.” Gastric Cancer. 2012;15 Suppl 1: S153---63.

[11] Consenso mexicano sobre detección y tratamiento del cáncer gástrico incipiente. Revista de Gastroenterología de México. 2020;85(1):69---85.

[13] Documento de posicionamiento de la AEG, la SEED y la SEAP sobre cribado de cáncer gástrico en poblaciones con baja incidencia. Gastroenterología y Hepatología 44 (2021) 67---86.

[14] Galcerán J, Ameijide A, Carulla M, Bonet RP. “Estimaciones de la incidencia y la supervivencia del cáncer en España y su situación en Europa.” Redecan. 2014.

[15] Wang J.E., Kim S.E., Lee B.E., Park S., Hwang J.H., Huang R.J. “The Risk of Diffuse-type Gastric Cancer Following Diagnosis with Gastric Precancerous Lesions: A Systematic Review and Meta-Analysis.” Cancer Causes Control. 2022 February; 33(2): 183–191.

martes, 6 de agosto de 2024

MEDICINA: Monitorización de la sedación profunda. El monitor BIS.

 


El uso de fármacos sedantes y analgésicos es habitual en los pacientes de UCI, y especialmente importante en los que requieren ventilación mecánica. Esta medicación se usa para:

 Disminuir la respuesta al estrés.

 Conseguir tolerancia del enfermo a las técnicas necesarias para su cuidado.

 Fines de tratamiento por sí mismos.

Una vez seleccionado el fármaco apropiado, se debe revisar de forma periódica el grado de profundidad de la sedación y ésta suele requerir de ajustes periódicos. Una inadecuada sedación, por defecto o por exceso, conlleva un alto riesgo de complicaciones [1].

El monitor BIS® es un dispositivo de monitorización de la sedación profunda basado en sistemas de interpretación electroencefalográfica. Está aprobado por la FDA (Food and Drug Administration) y es el más empleado en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

La monitorización con el Monitor BIS® se inicia con la adquisición de múltiples parámetros electroencefalográficos y, tras su análisis posterior, ofrece un valor numérico o índice biespectral (BIS) que oscila entre 0 (silencio eléctrico cerebral) y l00 (paciente despierto). Este índice da una medida objetiva, de manera inmediata y continua, sobre el efecto hipnótico o sedante de los diferentes fármacos que se emplean para la sedación de los pacientes. El rango de sedación transcurre entre 40 y 60, considerándose que aquellos valores por debajo de 40 como sobredosificados.

BIBLIOGRAFÍA

[1] Saboya Sánchez S, Martín Vivas A, Silva Obregón JA, Romera Ortega MA, Chamorro Jambrina C, La Torre Marco I y Camarero Jorge E. “Monitorización de la sedación profunda. El monitor BIS®.” Enferm Intensiva. 2009;20(4):159-166.

martes, 30 de julio de 2024

MEDICINA: Misoprostol y schok anafiláctico

 


El misoprostol es ampliamente usado en la práctica diaria para la inducción del trabajo de dilatación cervical previo a procedimientos intrauterinos, tales como el curetaje o la histeroscopia. El shock anafiláctico se ha informado en tres ocasiones, 2 en mujeres embarazadas y una, previo a la realización de una miomectomía histeroscópica [1].

En este último caso, a los 5 minutos de administrar la segunda dosis de misoprostol comenzó un cuadro de agitación motora descontrolada, que duró aproximadamente veinte minutos, que fue seguido de fiebre alta que alcanzó 39ºC, junto con edema corporal generalizado y descenso brusco de la Tensión Arterial (TA), junto a un incremento de la Frecuencia Cardiaca (FC) que alcanzó los 125 lat./min. Este caso fue resuelto con 4mg de efedrina, los cuales permitieron que a los 30 minutos la paciente estuviera normotensa y pudiera realizarse la miomectomía histeroscópica. Previamente, la paciente no había presentado en ningún momento ningún cuadro de alergias de ningún tipo, incluyendo entre ellas las secundarias a medicamentos. Se consideró que la paciente había desarrollado una reacción anafiláctica de tipo I.

Una reacción anafiláctica de tipo I se desarrolla a partir de la sensibilización de los mastocitos frente a anticuerpos específicos de Inmunoglobulina E. Este tipo de reacción implica la piel, el aparato respiratorio, el gastrointestinal y el cardiovascular, que se alteran en un tiempo corto tras la exposición al alérgeno [2].

Según la ficha técnica de la Agencia Española del Medicamento y Producto Sanitario (AEMPS) las indicaciones terapéuticas del misoprostol corresponden a la dilatación del cérvix de útero no grávido previa a una histeroscopia. También se indica para el tratamiento del aborto espontáneo o inducido incompleto sin complicaciones. También señala que las reacciones adversas más graves que pueden presentarse son:

 Hipersensibilidad al fármaco.

 Rotura uterina.

 Parada cardiaca.

Aunque estos efectos adversos han sido descritos solamente de forma excepcional.

En cuanto a la posibilidad de sobredosificación, la ficha de la AEMPS refleja que han sido bien toleradas cantidades de hasta 1600 mcg. 

BIBLIOGRAFÍA

[1] Shin HJ, Lee SR, Roh A, Lim Y, Jeong KA, Moon HS, Chung HW. “Anaphylactic shock to vaginal misoprostol: a rare adverse reaction to a frequently used drug.” Obstet Gynecol Sci 2018;61(5):636-640.

[2] Soter NA, Austen KF. “Urticaria/angioedema. The mast cell, its diverse mediators, and its role in cutaneous inflammation.” In: Safai B, Good RA, editors. Immunodermatology. Comprehensive immunology, volume 7. New York (NY): Springer; 1981. p.273-92.


martes, 23 de julio de 2024

MEDICINA: Miomectomía

  


El mioma es el tumor benigno más frecuente en las mujeres en edad fértil. Alrededor del 80% de las veces se manifiesta por menorragias o menometrorragias asociadas a la presencia de un mioma en la cavidad uterina, representado por miomas submucosos de tipo 0, 1 ó 2 de la nueva clasificación FIGO [1]. Estos miomas también pueden descubrirse en el marco de una evaluación de infertilidad. Deben tratarse mediante histeroscopia.

La histeroscopia (HSC) se ha convertido, en 20 años, en una técnica quirúrgica indispensable en la cirugía ginecológica. Con procedimientos cada vez más complejos, como el tratamiento de las sinequias de tipo IV, los miomas de tipo 2 ó 3, o algunas malformaciones genitales, debe introducirse el concepto de HSC quirúrgica avanzada, tal como se define para las laparoscopias más complejas. A pesar de la complejidad de algunos procedimientos, el 80% de las intervenciones deben practicarse de acuerdo con el concepto de cirugía ambulatoria.

La miomectomía a través de histeroscopia es una opción que permite la preservación del útero, por lo que es comúnmente considerada el procedimiento de elección para el tratamiento de esta enfermedad [3]. Sin embargo, la miomectomía es, entre los procedimientos que se pueden realizar por histeroscopia, uno de los que presentan mayor tasa de complicaciones.

La principal complicación es la hiponatremia secundaria a la irrigación endoscópica peroperatoria de grandes volúmenes de glicina hipotónica, causada por la sobrecarga de líquidos. Se manifiesta por trastornos neurológicos, visuales y cardiovasculares relacionados con la hiponatremia dilucional y la toxicidad directa de la glicina. Requiere la interrupción inmediata del procedimiento y el ingreso en una unidad de cuidados intensivos para su tratamiento [2].

Entre las complicaciones tempranas se encuentra el sangrado excesivo, la perforación uterina, la infección postoperatoria y la sobrecarga de fluidos. Este tipo de complicaciones alcanzan, según estudios, 1%-3,6% [4]. Entre las complicaciones uterinas, las sinequias uterinas (tractos fibróticos que se extienden entre las paredes uterinas y que dificultan o impiden la gestación), son las más frecuentes. La tasa global de prevalencia de complicaciones, según estudios, alcanza el 2,7% [5].

BIBLIOGRAFÍA

[1] Munro MG, Critchley HOD, Fraser IS. “The flexible FIGO classification concept for underlying causes of abnormal uterine bleeding.” Semin Reprod Med 2011; 29:391–399.

[2] Neveu ME., Vigoureux S., Debras E., Fernandez H. “Histeroscopia quirúrgica.” Ginecología – Obstetricia, 2022-07-01, Volumen 58, Número 3, Páginas 1-21, Copyright © 2022 Elsevier Masson SAS.

[3] Indman PD. “Hysteroscopic treatment of submucous myomas.” Clin Obstet Gynecol. 2006;49(04):811–820. Doi: 10.1097/01.grf.0000211960.53498.29

[4] Goldstein SR. “Significance of incidentally thick endometrial echo on transvaginal ultrasound in postmenopausal women. Menopause.” 2011;18(04):434–436. Doi: 10.1097/gme.0b013e31820ad00b

[5] Propst AM, Liberman RF, Harlow BL, Ginsburg ES. “Complications of hysteroscopic surgery: predicting patients at risk.” Obstet Gynecol. 2000;96(04):517–520. Doi: 10.1016/s0029-7844(00) 00958-3

martes, 16 de julio de 2024

MEDICINA: Estenosis ureteral


  

La estenosis ureteral se define como un estrechamiento de la luz ureteral en relación con una enfermedad parietal (estenosis intrínseca) o una enfermedad periureteral por compresión (estenosis extrínseca) y responsable de una obstrucción renal [1].

El aumento de las lesiones ureterales iatrogénicas está vinculado a la generalización de la endourología y la laparoscopia. La obstrucción del uréter lleva a una dilatación y alargamiento del mismo, lo que se puede apreciar en pruebas de imagen.

La obstrucción ureteral se manifiesta por [2]:

 Disminución refleja del flujo sanguíneo renal, que lleva a la isquemia renal.

 Isquemia renal, en particular de la medular, que se expresa desde las primeras semanas por atrofia y fibrosis renal.

 Atrofia y fibrosis renal.

Entre las etiologías que provocan este cuadro se encuentran las debidas a malformaciones congénitas, la patología de origen vascular, de origen inflamatorio, malignas, raras y las iatrogénicas (producidas durante una técnica quirúrgica como puede ser la laparoscopia). Las pruebas complementarias que se realizan tienen como objetivo:

 Determinar las características de la obstrucción renal y de la estenosis.

 Determinar la causa de la obstrucción.

 Capacidad de recuperación funcional.

Se debe evitar, a la hora de establecer el diagnóstico, la multiplicación de pruebas de imagen y privilegiar los métodos sin radiaciones ionizantes.

El Uro-TC [3] evalúa el tamaño renal, el grosor del parénquima y la presencia de huella papilar (de la distribución de las papilas de la pelvis renal). Esta prueba de imagen detecta 3 tipos principales de anomalías:

 Retraso o asimetría de la nefrografía.

 Disminución de la velocidad de progresión y de eliminación del medio de contraste.

 Dilatación pielocalicial cuyo aspecto varía según la cronicidad de la obstrucción.

La presentación clínica de una estenosis ureteral tiene con síntoma principal el dolor [1], que es idéntico al de un cólico nefrítico, lo cual se explica porque la zona sufre distensión y compresión del uréter, que es justo lo que provoca el dolor en el cólico nefrítico. Se trata de un dolor lumbar, irradiado hacia la ingle, que puede asociarse a náuseas, íleo reflejo y síndrome de confusión. Al mismo tiempo, el manejo de la estenosis para su resolución implica técnicas de dilatación que también provocan dicho cólico nefrítico.

El objetivo del tratamiento es evitar una pérdida de nefronas y la atrofia renal. En un primer momento, el tratamiento de la estenosis ureteral pasa por la colocación de un catéter doble J [1], siendo esta técnica transitoria, salvo en los casos de patología oncológica avanzada. Los objetivos que se buscan con dicho catéter son:

 Suprimir la obstrucción ureteral.

 Tratar el dolor, sepsis y/o la insuficiencia renal.

 Romper el proceso fisiopatológico de degradación de las nefronas (las células renales productoras de orina).

 Completar la evaluación diagnóstica.

 Determinar las características de la obstrucción.

Una vez obtenidos dichos objetivos, se pasa al tratamiento propiamente dicho de la estenosis. Debido a la escasa morbilidad de las técnicas endoscópicas, éstas pueden proponerse como alternativa a la cirugía para las estenosis de menos de 1 cm. El éxito global depende de varios factores [4]:

 La antigüedad de la estenosis: con una tasa de éxito del 88% para una estenosis de menos de 3 meses.

La longitud de la estenosis: una tasa de éxito de 56% para una estenosis inferior a 2 cm.

 La etiología de la estenosis: para el origen quirúrgico de la misma y patología benigna la tasa de éxito es del 74%.

La primera opción terapéutica es la dilatación con balón. El uso de balón tiene una baja tasa de morbilidad, y unos resultados que, según los estudios, varían del 75 al 90% de éxito.

BIBLIOGRAFÍA

[1] Boissier R, Faure A, Souteyrand P, Legris T, Lechevallier E. Estenosis ureterales intrínsecas y extrínsecas. EMC - Urología 2017;49(4):1-20 [Artículo E – 18-161-A-10].

[2] Gonnermann D, Huland H, Schweiker U, Oesterreich FU. Hydronephrotic atrophy after stable mild or severe partial ureteral obstruction: natural history and recovery after relief of obstruction. J Urol 1990; 143:199–203.

[3] Roy C, Buy X. Urinary obstruction: different radio-clinical types. J Radiol 2003;84(2Pt1):109–19.

[4] Beckmann CF, Roth RA, Bihrle W. Dilation of benign ureteral strictures. Radiology 1989; 172:437–41.