jueves, 9 de febrero de 2023

UN FACCIOSO MÁS... Y UNOS FRAILES MENOS. 1879. Benito Pérez Galdós

El cierre de la segunda serie de Episodios Nacionales viene dado por el primer levantamiento anticlerical de Madrid, en el que perdieron la vida más de 50 frailes. Pero eso es el final de la novela. Ésta comienza con el reclutamiento, o más bien el paso, de Zumalacárregui del ejército regular español al bando carlista que see está organizando en el norte de España. El tiempo Histórico que abarca la novela corresponde al principio del reinado de Isabel II, cuando comenzó la regencia de su madre María Cristina y al comienzo de la Primera Guerra Carlista, a la cual dedica Galdós pocos párrafos.

Porque, aparte de los dos hechos antes mencionados, Zumalacárregui y los sucesos del 16 de julio de 1834 en Madrid, los cuales, según las fuentes que se consulten, ocurrieron el 16 o el 17 de ese mes de julio, Galdós se dedica a cerrar el ciclo de sus personajes de esta segunda serie: Carlos Navarro, Genara, Salvador Monsalud, Soledad y Benigno Cordero.

Para el penúltimo capítulo, pues el último es un texto a modo de despedida y fin del proyecto, deja Galdós una conversación entre Salvador y Benigno en la que se expresa, a modo de contraste de opiniones, lo que el propio autor piensa de todos los sucesos ocurridos en ese primer tercio del siglo XIX y de cómo se desarrolló el germen del enfrentamiento que teñiría de sangre la tierra de España durante el resto del siglo. En el momento en que acaba de escribir esta novela, 1879, queda satisfecho y le parece suficiente todo lo narrado hasta ese momento para entender el siglo en que vive.

Va a ser otro acontecimiento dramático, la pérdida de las últimas colonias, Cuba y Filipinas, la que le decidirá, en 1898 a reiniciar y continuar la saga de los Episodios Nacionales donde los dejó. Pero eso es ya otra historia.

jueves, 2 de febrero de 2023

LAS MORADAS o EL CASTILLO INTERIOR. 1577. Santa Teresa de Jesús

Las Moradas, también titulado El Castillo Interior, por lo que las distintas ediciones que se han hecho del mismo libro presentan pequeñas variaciones en cuanto al título, viene a ser escrito por Santa Teresa a lo largo del año 1577, por orden del padre Gracián, su confesor y en él nos narra las distintas "moradas" por las que va pasando la persona en su peregrinar hacia Dios. También llamado Castillo interior porque la Santa lo compara a un castillo que tiene siete moradas, rodeadas por siete murallas concéntricas, cada una en el interior de otra, y que, de esa manera nos van acercando a Dios, conforme el creyente va superando las murallas, o pasando las puertas que hay en ellas.

Pero ese acercamiento se realiza mediante un ejercicio diríamos ahora de introspección, y diríamos mal, tal como señala muchas veces Teresa, pues ella misma dice que las comparaciones que pone son para que "sus hijas", las monjas descalzas del Carmelo, puedan comprender más adecuadamente lo que ella misma ha ido experimentando en ese "camino interior". Santa Teresa nos muestra el camino para ir pasando por las puertas de esas murallas, los instrumentos necesarios, que sobre todo son la oración y la humildad, y, en último lugar, el método de oración y de acercamiento a Dios, que es, en resumen, lo que lleva el atravesar las distintas murallas. Sería un proceso similar a nuestra "meditación Occidental" que está tan en boga ahora, pero sin los objetivos "materiales" de dicha meditación moderna. No busca reducir nuestras pulsaciones cardiacas, alcanzar un estado de "identificación" o "integración" con el Universo, o, lo que es mucho más orgánico, conseguir un estado de tranquilidad mental que permite enfrentarte a tus problemas de una forma "estoica".

Nada de eso. La auténtica meditación es la que busca la unión del ser creado con su creador, el sentirse uno con Él, el sentirse unido o formando parte de Él mismo. Pero Santa Teresa nos avisa: No a todos se le da este don, este regalo. Puedes pasar toda tu vida "meditando" y no pasar de un leve sopor vespertino. No. Ese sentirse unido con el Creador se da, según Santa Teresa, sólo a algunas almas escogidas, por lo que no se debe ambicionar como se ambicionan los tesoros materiales, es decir, que queremos tener siempre más y mejor. No.

Y aquí entra a jugar un papel fundamental la humildad. La humildad nos permite aceptar que no seamos los grandes elegidos por Dios, por el Ser Supremo, para formar parte de un Uno con Él. La humildad nos ayuda a aceptar los sinsabores de la vida, y nos ayuda a no creernos meritorios a ningún bien ni a ningún mal. En fin, la humildad, si la practicáramos, nos ayudaría a conocernos mejor a nosotros mismos. Pero la humildad es muy difícil de comprender, de practicar y, mucho más, de lograr.

jueves, 26 de enero de 2023

LOS APOSTÓLICOS. 1879. Benito Pérez Galdós

 

A fines del reinado de Fernando VII, y dada la deriva liberal, más bien moderada, que iba tomando el régimen, se fue formando un partido de ideas radicales absolutistas, que tras la revuelta "apostólica" del verano de 1827 se amalgamó alrededor de la figura del infante D. Carlos María, hermano menor del rey, al que le llevaba 4 años de diferencia, y posible sucesor del mismo si éste, como ocurría hasta ese momento, no tenía descendencia.

Sin embargo, con el cuarto matrimonio de Fernando VII llegó la descendencia y se acentuó el carácter de los partidarios del infante D. Carlos María, pues la cuarta mujer del rey, Dª María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, traía aires de monarquía constitucional, algo que era anatema para las fuerzas absolutistas que regían el país. Los otros dos puntos que acentuaron la unión de estas fuerzas fue el nacimiento en 1830 de la que sería Isabel II, y la publicación de una ley, que ya había sido aprobada por Carlos IV, padre de Fernando VII, en 1789, la llamada Pragmática Sanción, que derogaba la Ley Sálica originaria de Francia y permitía acceder al trono de España a la mujer, en ausencia de descendencia masculina directa.

Por supuesto, los "apostólicos" no sólo no aceptaron esta sanción de Fernando VII, sino que se alinearon en contra, con lo que las fuerzas vivas empezaron a agruparse en dos bandos irreconciliables: los partidarios de la reina Cristina, o "cristinos", y los del infante D. Carlos, "carlinos", que cuando comience la guerra serán llamados más propiamente carlistas.

Esta novela de Galdón recorre desde la llegada de la futura reina María Cristina a Madrid hasta la proclamación de Isabel II como Princesa de Asturias en la iglesia de los Jerónimos en Madrid, a la corta edad de 3 años.

Respecto a los personajes creados por Galdós, éste da un penúltimo giro de tuerca a las vidas de Soledad, Salvador Monsalud y Benigno Cordero. Hacen aparición, casi como artistas invitados, Genara y Pipaón. Y como ya creo que he dicho demasiado, lo que debo aconsejar es que se lea la novela.

lunes, 23 de enero de 2023

LA CIENCIA SAGRADA. 1894. Swami Sri Yukteswar

 

Es un libro corto. De apenas cien páginas. Pero difícil de leer. Más que de leer, de comprender. El libro presenta muchos conceptos del hinduismo y explica el sistema en como entienden el tiempo y el espacio los hindúes, los swami (maestros o monjes) y los brahmanes (hombres santos, que no santones, como les llaman algunos). El tiempo viene a ser un concepto circular, tal como le he entendido yo. Y el espacio es la representación de la idea concebida por el Ser Supremo o Dios.

El autor, Swami Sri Yukteswar, plenamente concienciado en que el futuro de la humanidad pasa por la fusión entre el hombre científico occidental y el hombre espiritual oriental, pretende establecer puentes de unión entre el hinduismo y el cristianismo. El libro está escrito en 1894. 128 años después, el autor se escandalizaría de lo separado que está el hombre occidental de la espiritualidad que le quería aportar. No sólo no ha adoptado conceptos de espiritualidad oriental, sino que está en el punto más alejado de su espiritualidad cristiana, siendo lo peor de todo el que el hombre occidental está orgulloso y se jacta de esa separación.

Pero volvamos al autor. Lo escribió con 39 años, después de un estudio metódico de la Biblia y del Bhagavad Guita. Buscó todos los paralelismos existentes y profundizó en la figura de Jesús de Nazaret. Siempre manifesto que este libro se lo había encargado el gurú de su gurú, que se le apareció ese año de 1894 y le pidió que pusiera por escrito todo el estudio que estaba llevando a cabo. La historia se cuenta en el libro "Autobiografía de un Yogui" de Paramahansa Yogananda, libro éste mucho más extenso y que leí en 2020.

En realidad, para poder entender mejor "La Ciencia Sagrada", es preciso leer con anterioridad la autobiografía, pues ésta permite imbuirte del espíritu y el ambiente que se vive entre los hindúes cuando se toman sus creencias en serio. Realmente, la "Autobiografía de un Yogui" es un libro muy recomendable, aunque se tenga una sólida formación intelectual occidental y no se piense renunciar a ella. Simplemente, y con eso ya es mucho, permite ver que existe otro mundo distinto al nuestro. Eso viene muy bien si estamos acostumbrados únicamente a mirarnos el ombligo. Pero claro, hay que comenzar su lectura con una mirada amplia y sin prejuicios de ninguna clase.

miércoles, 11 de enero de 2023

UN VOLUNTARIO REALISTA. 1878. Benito Pérez Galdós


"Un voluntario realista" es precisamente eso. La biografía de un voluntario realista. Por supuesto, inventada, aunque Galdós dice en un momento dado que la narración no tiene tanto de invención como pudiera creerse.

Se basa en el levantamiento absolutista que se produjo en el verano de 1827, pues parece ser que parte del bando absolutista creía que el rey, Fernando VII, se estaba comportando de una forma algo blanda con algunos elementos liberales, mejor dicho, absolutistas moderados, que estaban alcanzando puestos de poder en la Corte de Madrid.

Por supuesto, no pasó de un movimiento de guerrillas que se desinfló en ese mismo año, en el otoño, cuando un ejército de 13.000 hombres fue enviado a la zona de Cataluña para convencer a los sublevados de la falta de sentido que tenían sus acciones, su rebelión.

Pero tanto en el verano y en el otoño, tanto en uno como en otro bando, murió gente. Y no sólo aquellos que protagonizaban el enfrentamiento. Como siempre, gente humilde es la que sufrió las peores consecuencias y también sufrió el que no fuera contada entre las víctimas de una rebelión y posterior represión, que consistieron ambas, rebelión y represión en llegar a los pueblos y pasar por las armas, o sea asesinar, a todos aquellos que dieran un mínimo indicio de ser, o simpatizar, con la causa del bando contrario. Además, el que se escudaran en el honor del Rey y de Dios, por este orden, tanto unos como otros, muestra la auténtica pasión que les movía y que se puede resumir en una frase como: "Los maté porque se lo merecían".

No sé si me habré explicado bien, pero paso a comentar otra cosa. Los Voluntarios Realistas fue un auténtico grupo paramilitar que actuó durante la década ominosa, de 1823 a 1833. No eran un grupo de insurgentes, sino más bien una milicia a la que se apuntaba aquel que quería gastar su tiempo en "defensa del Rey", y nunca actuaron como un ejército. Actuaban más bien como un cuerpo policial y tenían incluso un uniforme propio. Ya digo, para ser voluntario realista bastaba con que te pudieras costear las armas, el uniforme y gastar tu tiempo, o parte del mismo, en esa ""noble" labor.

El caso es que Galdós vuelve a narrar aquí el primer levantamiento absolutista, el que será el germen, o más bien el prefacio de las guerras carlistas. Nos vuelve a narrar el ambiente de la época, pero esta vez se para más en los personajes. No le interesa tanto hablar de los hechos o localizaciones o intrigas palaciegas. Esta vez, Galdós pretende penetrar en la mente, en los pensamientos, razones y emociones que lleva a la gente a defender posturas tan extremas que son las que hacen posible que se mande a la muerte a inocentes, o a personas que simplemente tienen pensamientos contrarios a los propios. Y nos narra la vida y los pensamientos de un hombre y de una mujer que serán los protagonistas por ellos mismos, sin que se vean empujados por ningún destino fatal, de hechos atroces que no por inventados, no dejarían de suceder en este levantamiento. Quizá por esa razón Galdós nos dice que la narración corresponde más a hechos reales de lo que pueda creerse en un primer momento.