lunes, 4 de abril de 2022

TIERRA DE GODOS. EL REY DESTRONADO. 2020. Alfonso Solís

Un libro que sabe mezclar aventuras, personajes históricos, tensión y dramatismo. Además, sobresale de la gran abundancia de novelas históricas que se pueden ver en las distintas librerías, centros comerciales y páginas web. El final no es como otros, que te dejan un sabor de boca de que han estado jugando contigo. El final es el que debe ser, pero, al mismo tiempo, es original. Al principio cuesta un poco, pues parece seguir un cliché muy manido. Pero pronto la trama se dirige hacia otros recovecos de tal forma que no te deja descanso hasta esa última página.

Otro de los aciertos de la novela es que se hace eco de una serie de leyendas y tradiciones sobre el final del reino visigodo de Toledo, y las sabe imbricar muy bien dentro de la trama de la novela. Es de destacar el relato de la entrada del rey Rodrigo en la cueva de Hercules y su ambición desmedida que desatará el final que ya se puede leer en el subtítulo de la novela.

Una lectura interesante, que te deja un buen sabor de boca.

viernes, 25 de marzo de 2022

ZARAGOZA. 1874. Benito Pérez Galdós

 

Escribo esta reseña cuando se cumple un mes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. ¿Qué porque comento la fecha? Porque al estar leyendo esta novela de Galdós me he dado cuenta, o, mejor dicho, he confirmado algo que venía pensando desde hace mucho tiempo. Se está poniendo de "malo" al invasor ruso, y no seré yo el que diga lo contrario. Quién invade es el agresor y el causante de las desgracias que se están produciendo. Pero se está poniendo la resistencia de Ucrania como algo ejemplar. Bien. Aquí tengo alguna cosa que decir, como, por ejemplo, lo tan manido de que la gente no conoce la historia, más concretamente "su" historia. Y es que en el mundo de tanta inmediatez que hemos inventado en Occidente, en que todo lo queremos para ya, no somos capaces de reflexionar, pensar, y mirar a un pasado que no es tan lejano.

Hace unos 200 años y pico, hubo una nación invasora que se encontró con la misma resistencia que se está encontrando el ejército ruso. Y que fue el principio del fin para ese régimen expansionista. También hubo un pueblo que se empleó a fondo en la defensa de su tierra y de su idiosincrasia. Que defendió palmo a palmo su lugar en el mundo, su identidad, y que no se doblegó, en este caso incluso sin tener un líder carismático como lo está teniendo hoy en día Ucrania.

Si quieren saber de qué hablo, lean, por favor, "Zaragoza", de Benito Pérez Galdós. Más que una novela, una descripción, punto por punto, de la defensa civil, no militar, de un pueblo, de una ciudad, frente a un ejército poderoso que quiere tomar a toda costa dicha ciudad. Galdós cuenta, paso por paso, cómo se organizó la defensa, las miserias a las que se enfrentó la población, las distintas posturas frente a la invasión francesa, la forma en que se defiende, casa por casa, habitación por habitación, una ciudad frente a unas tropas extranjeras, y las desgracias y sacrificios de los que son protagonistas todos los hombres y mujeres que defendían, de diciembre de 1808 a febrero de 1809, la ciudad de Zaragoza. Había momentos en que se me venían imágenes de la colección de otro genio español, que sufrió en sus carnes la invasión napoleónica. Me refiero a "Los desastres de la guerra", de Francisco de Goya.

En resumen, si nos causa profunda admiración la defensa del pueblo ucraniano frente a la agresión rusa, deberíamos, debiéramos estar orgullosos de la lucha del pueblo español frente al invasor napoleónico. Pero, por desgracia, o no lo conocemos siquiera, o no "está de moda". No sé cuál de las dos cosas es la peor.

jueves, 17 de marzo de 2022

EL KYBALION. 1908. William Walker Atkinson

Otro libro cercano a lo religioso, a lo místico, a lo "oscuro". En él se dice que tres iniciados en la ciencia hermética comentan los principios de dicha ciencia que se haya contenida en un escrito, procedente del Antiguo Egipto, que recibe el nombre de Kybalion y que recoge toda la sabiduría de Hermes Trimegisto, el cual es un mediador entre los hombres y una raza superior, los dioses.

He puesto como autor a William Walker Atkinson, pues es él el que lo publica a principios del siglo XX, pero la autoría no se manifiesta de forma clara, en consonancia con los principios herméticos, los cuales están desvelados solamente a los iniciados. Tres de estos iniciados quieren compartir con el mundo ciertos principios que servirán a aquellos que los sepan aprovechar bien.

Es un libro interesante. Mezcla de religión, filosofía y ética. Se lee bastante bien, y cuando acabas te das cuenta que los principios a los que hace referencia son los comunes a todo el pensamiento filantrópico que tanto se extendió durante el siglo XIX, por no hablar que también beben de las distintas normativas de comportamiento que podemos apreciar en todas las religiones.

En fin, un intento de poner la "ciencia" (entre comillas) por encima de la religión, y que se queda en ética disfrazada de ciencia. A pesar de ello, se pueden sacar enseñanzas para el comportamiento humano.

viernes, 4 de marzo de 2022

EL PEREGRINO RUSO. 1853-1861. Anónimo

Nos encontramos ante uno de los libros de religión que, si fuera una película del siglo XX, entraría en la denominación de "road movie". Porque lo que nos narra es el viaje que realiza un peregrino a lo largo de Rusia en el siglo XIX y las circunstancias por las que pasa durante el trayecto del mismo.

Me ha gustado. El gran protagonista no es el peregrino ruso que sirve de hilo narrativo, sino que es la enseñanza de un tipo de oración concreta, una técnica de orar, la "oración del corazón", o la "oración de Jesús". Es una oración corta, sencilla y que habría que estar repitiendo siempre, en todo momento, incluso dormidos. Por supuesto, el libro nos narra que esto último, el repetirla durante el sueño sólo lo han logrado los grandes ascetas y santos.

Es un libro asequible de leer. Aunque es un libro religioso, también se pueden vislumbrar pinceladas de la cultura eslava del siglo XIX. Permite conocer también el pensamiento cristiano ortodoxo. 

En resumen, es un libro que enriquece en muchos sentidos. Claro está, si llegas a él sin ningún tipo de prejuicio.

viernes, 25 de febrero de 2022

DAVID COPPERFIELD. 1850. Charles Dickens

Tenemos ante nosotros una obra maestra de la literatura. Y eso se nota desde las primeras páginas. Para una sociedad como la actual, que está embotada con la acción, la espectacularidad, las tramas complicadas, es difícil entender que, únicamente describiendo las circunstancias que rodean al nacimiento del protagonista, Charles Dickens consiga enganchar al lector. Pero eso es lo que tienen los grandes escritores. No necesitan de fuegos de artificio.

Porque la narración de la novela se refiere a seres normales en circunstancias normales de la vida. La maestría de Dickens se aprecia desde las primeras líneas. Las comparaciones no aguantan con muchas de las novelas actuales. Pero es que estamos hablando al gran maestro de las letras y del relato social, junto con Victor Hugo, del siglo XIX. El que alguien, sólo con su capacidad para narrar las cosas, sea capaz de enganchar a un lector en una trama de la vida cotidiana, sin que existan grandes alaracas, ni espectáculos, ni fuegos artificiales, demuestra la gran calidad que tiene como escritor, pudiéndosele calificar no solamente de escritor, sino de artista de las letras.

Al igual que con Victor Hugo, me ha pasado con Charles Dickens. Me he acercado única y exclusivamente para conocer algo de su obra y en esas primeras páginas ya he quedado prendado, no sólo de la historia, sino de la forma tan precisa y preciosa de su forma de narrar, de relatar, de escribir una historia.

Atrévanse con ella. No les defraudará.