Gastroenteritis aguda
Se define Gastroenteritis Aguda (GEA) como aquel cuadro de menos
de dos semanas de evolución caracterizado por diarrea (deposiciones de menor
consistencia y mayor frecuencia que la habitual; operacionalmente se define
como 3 deposiciones anormales en 24 horas), que puede o no ir acompañado de
vómitos, dolor abdominal y/o fiebre [1]. El manejo de la GEA es
individualizado, de acuerdo al grado de deshidratación. La mayoría de los casos
son leves a moderados, autolimitados y se puede establecer una sospecha etiológica
(de la causa), según la epidemiología y la clínica, por lo que no se requieren
estudios de laboratorio. El principal objetivo de la terapia, aún antes de
conocer la etiología del cuadro, es evitar, o, en su defecto, compensar la
deshidratación, y no la administración de antimicrobianos. Si la deshidratación
es leve a moderada y la tolerancia oral es adecuada, puede intentarse la
rehidratación oral [2].
Diarrea enteroinvasiva
Se trata de una diarrea inflamatoria, producida por daño directo
sobre la pared intestinal, condicionando un proceso inflamatorio, lo que lleva
a una alteración de la integridad de la mucosa intestinal por inflamación,
ulceración o necrosis. Se origina en el íleon terminal o colon por invasión e
inflamación de la mucosa con destrucción celular y ulceración. Las deposiciones
son más frecuentes y menos voluminosas, con dolor abdominal, tenesmo rectal y
fiebre. Las heces suelen presentar sangre, moco y leucocitos [4].
La presencia de fiebre es un hallazgo importante, ya que sugiere
un probable origen infeccioso, fundamentalmente por un agente enteroinvasivo
(Salmonella, Shigella, etc.). Por otro lado, la diarrea y la fiebre pueden
presentarse en entidades no infecciosas, entre las que se incluyen apendicitis,
diverticulitis, peritonitis, enfermedad inflamatoria intestinal, etc.
La presencia de productos patológicos (sangre y/o pus), fiebre
alta, dolor abdominal o elevación de reactantes de fase aguda a nivel analítico
(leucocitosis, elevación de proteína C reactiva, conocida como PCR) orienta más
a una diarrea de tipo inflamatorio/enteroinvasivo/disentería.
Clasificaremos la diarrea en función de la gravedad en:
a) Leve: paciente sin signos de deshidratación, ni productos
patológicos en heces, ni alteración en la vida cotidiana.
b) Moderada: clínica florida con intolerancia oral leve, dolor
abdominal, productos patológicos en heces, con una duración del cuadro mayor de
3 días y factores de riesgo asociados (comorbilidad).
c) Grave: signos de deshidratación, hipovolemia, sepsis,
intolerancia oral grave, rectorragia profusa, duración de más de 3 días,
factores de riesgo o comorbilidad.
La mayoría de los casos de diarrea aguda suele tener un curso
autolimitado, por lo que rara vez son necesarias exploraciones diagnósticas
complejas. Estas deben reservarse para aquellos pacientes con criterios de
gravedad o en los que persisten los síntomas a pesar de medidas de soporte. La
analítica permite valorar datos inflamatorios, como la existencia de
leucocitosis y elevación de PCR. El coprocultivo se realizaría en los casos de
diarrea moderada o grave, en las diarreas de tipo inflamatorio.
Los principios terapéuticos básicos del síndrome diarreico son
fundamentalmente tres: la reposición de líquidos y electrolitos; el tratamiento
sintomático y el tratamiento antibiótico o específico. El ingreso hospitalario
se realiza si la repercusión sistémica importante, con inestabilidad
hemodinámica y/o sepsis. El tratamiento antibiótico no se recomienda su uso
rutinario, pero sí en casos de enfermedad grave que precise ingreso, diarrea
grave sugestiva de ser inflamatoria o enteroinvasiva [3, 4].
BIBLIOGRAFÍA
[1] Kotloff K.L. et al. “Burden and aetiology of diarrhoeal
disease in infants and young children in developing countries (the Global
Enteric Multicenter Study, GEMS): a prospective, case-control study”. Lancet,
v. 382, n. 9888, p. 209-22, Jul 2013.
[2] Yalda Lucero A. “Etiología y manejo de la gastroenteritis
aguda infecciosa en niños y adultos”. Rev. Med. Clin. Condes - 2014; 25(3)
463-472.
[3] Rivas Rivas C., García M.J., Alonso Fernández S. y Crespo
García J. “Protocolo diagnóstico y terapéutico de la diarrea aguda febril”.
Medicine. 2024;14(5):262-6.
[4] Muñoz Serrano A., Díaz de Santiago A. y Calderón-Parra J.
“Protocolo diagnóstico diferencial de la diarrea de origen infeccioso”.
Medicine. 2022;13(51):3006-9.
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