domingo, 28 de marzo de 2021

EL PRIMER HOMBRE DE ROMA. 1990. Colleen McCullough


¿Qué decir que no se haya dicho todavía? Pues algo malo, pues todas las reseñas hablarán de ella como una obra de arte, una visión lo más cercana a la Roma republicana. Sin embargo hay dos cosas que me chirriaron en un principio. La primera, algunas prendas que usaban los personajes, en concreto Sila, eran "algo" anacrónicos. ¡Zapatos! No sé si será un fallo de la traducción, o que en los primeros capítulos, la autora aún estaba algo verde en cuanto a documentación de la época y metió esa gamba. Y la otra es que la vida que pintaba de Lucio Cornelio Sila previa a su ascenso en la sociedad romana era la de un depravado, que hicieron que dudara de la verosimilitud del personaje. ¿De verdad Sila estaba caído tan bajo antes de su relación con Mario? Ya digo, estas dos cosas estuvieron a punto de hacer que dejara de leerlo al cabo de unas 100 páginas.

Sin embargo, haciendo honor a un amigo mío, que me lo había recomendado fervientemente, continué con su lectura, y, por fin, la cosa mejoró. Y tanto mejoró que he quedado invitado para continuar leyendo el segundo libro. "La corona de hierba".

El libro discurre en los años de los 6 primeros consulados de Cayo Mario y asistimos a tres batallas fundamentales para Roma, la derrota de Arausio, y las victorias de Aqua Sixtiae y Vercellae. Acaba cuando empieza a formarse el tablero que llevará al enfrentamiento de Roma contra el rey Mitrídates, o al revés, del rey Mitrídates contra Roma, que tanto da.

El caso es que he de reconocer que una de las grandes virtudes de esta novela es la caracterización de los personajes, a pesar de lo que decía del personaje de Sila anteriormente. Pero sobre todo, de la caracterización de los personajes femeninos. Tienen muchas más aristas, más complicaciones, más variedad en sus comportamientos y sentimientos que los personajes masculinos. Estos últimos, de una o de otra forma, sólo están movidos por la ambición de poder. En cambio, los personajes femeninos son los más importantes, diría yo, después de los dos protagonistas de la novela que son Cayo Mario y Lucio Cornelio Sila.

Por otro lado, Collen McCullough ha sabido expresar la gran verdad que muestra toda la historia, si la analizas lejos de fanatismos o prejuicios. Durante toda la historia sólo ha habido dos clases de personas. Y no son los "populares" y "aristócratas" de la época de Mario y Sila; no son los ricos y los pobres de la época decimonónica; los nobles y el pueblo llano de la época napoleónica; los capitalistas y los proletarios de Marx y Engels; y así podría referirme a un montón de divisiones en épocas históricas. Las dos clases de personas a las que me refiero son los poderosos y los débiles, siendo estos últimos el resto de la población que no pertenece a esa élite de poderosos. Porque no nos confundamos, Mario, de los populares, y Sila de los aristócratas, aunque representen dos maneras distintas de concebir la vida, al fin y al cabo pertenecen a esa clase de poderosos. Los demás, los que no son poderosos, siempre estarán dominados, de una u otra manera, por esa clase poderosa, la cual, si es necesario, prescindirá de los débiles, aunque provengan de clases humildes, como Mario, o de aristocracia, como Sila.

En fin, un libro que merece ser leído.

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