viernes, 8 de abril de 2022

2001: UNA ODISEA ESPACIAL. 1968. Arthur C. Clarke

Vamos a hablar hoy de un libro y una película, o una película y un libro, porque "tanto monta, monta tanto". Y es que el libro se fue escribiendo al mismo tiempo que el guion de la película. El caso es que Arthur C. Clarke consigue una obra brillante de la literatura de ciencia-ficción.

Porque no sabes si estás ante una novela, un ensayo filosófico, un ensayo científico o los sueños de un humano ante el momento tecnológico que se estaba viviendo a finales de los 60 del siglo pasado. Se escribe un año antes de que el hombre alcance la Luna, cosa que ocurriría en 1969, y ya nos plantea lo que podía ocurrir, si se seguía avanzando a ese ritmo, en el curso de los siguientes 30 años.

Al principio, coincidiendo con las escenas más icónicas de la película, nos muestra la vida en la superficie terrestre de unos simios evolucionados (mono-humanoides, los llama). Recordemos que también durante esa época se están produciendo y dando a conocer los descubrimientos de los primeros fósiles homínidos, de aquellos de los que ya se pueden considerar como antepasados directos de la especie humana. Sin embargo, más que introducirlos como simples personajes, los dota de personalidad propia, individual, y la relación con el monolito que encuentran un amanecer en la planicie que está a la salida de sus cuevas, es mucho más directa y comprensible que en la película.

También es más comprensible que en la película lo que pinta ese mismo monolito en la Luna, cuando, dando un gran salto en el tiempo cifrado en tres millones de años por el autor, alrededor del año 1981 de nuestra era, lo encuentran los seres humanos, que ya han sido capaces de establecer una base humana en el satélite. Aquí despliega Arthur C. Clarke todos sus conocimientos técnicos y científicos para imaginar cómo serían los viajes de la Tierra a la Luna, y las estructuras que permitirían a los hombres vivir de forma permanente en la superficie de esta última, sin olvidar todas las diferencias físicas que experimenta el cuerpo humano en su estancia en la Luna. No en vano, el autor es astrónomo y tiene varios premios cosechados, a lo largo de su trayectoria vital anterior a la redacción de esta novela, en el campo de la astrofísica.

Pero donde se muestra la genialidad del Sr. Clarke es en la siguiente parte de la novela, que ya constituirá un todo hasta el final. Ambientada en el año 2001, narra el primer viaje de seres humanos hacia los anillos de Saturno. Empieza poco a poco, con una descripción detallada de la situación. La nave, los pasajeros, la forma en que es propulsado el ingenio que está atravesando el Sistema Solar. Todo ello nos habla de los profundos conocimientos del autor, y hay ocasiones, sobre todo cuando cruza los distintos planetas y los describe, en que consigue que te preguntes si estás leyendo una novela o un libro científico que te describe las maravillas del Universo.

Y la trama, por simple y sencilla, que surge en ese viaje, no deja de ser tremendamente atrayente a la vez que terrorífica. No diré más por si no se ha visto la película o no se ha leído el libro. Pero la maestría con que es narrada alcanza las cotas más altas (ya que hablamos del Espacio) de calidad y detalle.

Por último, el final del viaje, la llegada a las lunas de Saturno, la transformación del protagonista (ya no desvelaré nada más) consigue que te hundas con él en todos los acontecimientos que vive, que te maravilles con él de lo que él está viendo, y casi, sientas con él esa misma transformación.

Merece ser leída, y más aún, merece ser reposada.

lunes, 4 de abril de 2022

TIERRA DE GODOS. EL REY DESTRONADO. 2020. Alfonso Solís

Un libro que sabe mezclar aventuras, personajes históricos, tensión y dramatismo. Además, sobresale de la gran abundancia de novelas históricas que se pueden ver en las distintas librerías, centros comerciales y páginas web. El final no es como otros, que te dejan un sabor de boca de que han estado jugando contigo. El final es el que debe ser, pero, al mismo tiempo, es original. Al principio cuesta un poco, pues parece seguir un cliché muy manido. Pero pronto la trama se dirige hacia otros recovecos de tal forma que no te deja descanso hasta esa última página.

Otro de los aciertos de la novela es que se hace eco de una serie de leyendas y tradiciones sobre el final del reino visigodo de Toledo, y las sabe imbricar muy bien dentro de la trama de la novela. Es de destacar el relato de la entrada del rey Rodrigo en la cueva de Hercules y su ambición desmedida que desatará el final que ya se puede leer en el subtítulo de la novela.

Una lectura interesante, que te deja un buen sabor de boca.

viernes, 25 de marzo de 2022

ZARAGOZA. 1874. Benito Pérez Galdós

 

Escribo esta reseña cuando se cumple un mes de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. ¿Qué porque comento la fecha? Porque al estar leyendo esta novela de Galdós me he dado cuenta, o, mejor dicho, he confirmado algo que venía pensando desde hace mucho tiempo. Se está poniendo de "malo" al invasor ruso, y no seré yo el que diga lo contrario. Quién invade es el agresor y el causante de las desgracias que se están produciendo. Pero se está poniendo la resistencia de Ucrania como algo ejemplar. Bien. Aquí tengo alguna cosa que decir, como, por ejemplo, lo tan manido de que la gente no conoce la historia, más concretamente "su" historia. Y es que en el mundo de tanta inmediatez que hemos inventado en Occidente, en que todo lo queremos para ya, no somos capaces de reflexionar, pensar, y mirar a un pasado que no es tan lejano.

Hace unos 200 años y pico, hubo una nación invasora que se encontró con la misma resistencia que se está encontrando el ejército ruso. Y que fue el principio del fin para ese régimen expansionista. También hubo un pueblo que se empleó a fondo en la defensa de su tierra y de su idiosincrasia. Que defendió palmo a palmo su lugar en el mundo, su identidad, y que no se doblegó, en este caso incluso sin tener un líder carismático como lo está teniendo hoy en día Ucrania.

Si quieren saber de qué hablo, lean, por favor, "Zaragoza", de Benito Pérez Galdós. Más que una novela, una descripción, punto por punto, de la defensa civil, no militar, de un pueblo, de una ciudad, frente a un ejército poderoso que quiere tomar a toda costa dicha ciudad. Galdós cuenta, paso por paso, cómo se organizó la defensa, las miserias a las que se enfrentó la población, las distintas posturas frente a la invasión francesa, la forma en que se defiende, casa por casa, habitación por habitación, una ciudad frente a unas tropas extranjeras, y las desgracias y sacrificios de los que son protagonistas todos los hombres y mujeres que defendían, de diciembre de 1808 a febrero de 1809, la ciudad de Zaragoza. Había momentos en que se me venían imágenes de la colección de otro genio español, que sufrió en sus carnes la invasión napoleónica. Me refiero a "Los desastres de la guerra", de Francisco de Goya.

En resumen, si nos causa profunda admiración la defensa del pueblo ucraniano frente a la agresión rusa, deberíamos, debiéramos estar orgullosos de la lucha del pueblo español frente al invasor napoleónico. Pero, por desgracia, o no lo conocemos siquiera, o no "está de moda". No sé cuál de las dos cosas es la peor.

jueves, 17 de marzo de 2022

EL KYBALION. 1908. William Walker Atkinson

Otro libro cercano a lo religioso, a lo místico, a lo "oscuro". En él se dice que tres iniciados en la ciencia hermética comentan los principios de dicha ciencia que se haya contenida en un escrito, procedente del Antiguo Egipto, que recibe el nombre de Kybalion y que recoge toda la sabiduría de Hermes Trimegisto, el cual es un mediador entre los hombres y una raza superior, los dioses.

He puesto como autor a William Walker Atkinson, pues es él el que lo publica a principios del siglo XX, pero la autoría no se manifiesta de forma clara, en consonancia con los principios herméticos, los cuales están desvelados solamente a los iniciados. Tres de estos iniciados quieren compartir con el mundo ciertos principios que servirán a aquellos que los sepan aprovechar bien.

Es un libro interesante. Mezcla de religión, filosofía y ética. Se lee bastante bien, y cuando acabas te das cuenta que los principios a los que hace referencia son los comunes a todo el pensamiento filantrópico que tanto se extendió durante el siglo XIX, por no hablar que también beben de las distintas normativas de comportamiento que podemos apreciar en todas las religiones.

En fin, un intento de poner la "ciencia" (entre comillas) por encima de la religión, y que se queda en ética disfrazada de ciencia. A pesar de ello, se pueden sacar enseñanzas para el comportamiento humano.

viernes, 4 de marzo de 2022

EL PEREGRINO RUSO. 1853-1861. Anónimo

Nos encontramos ante uno de los libros de religión que, si fuera una película del siglo XX, entraría en la denominación de "road movie". Porque lo que nos narra es el viaje que realiza un peregrino a lo largo de Rusia en el siglo XIX y las circunstancias por las que pasa durante el trayecto del mismo.

Me ha gustado. El gran protagonista no es el peregrino ruso que sirve de hilo narrativo, sino que es la enseñanza de un tipo de oración concreta, una técnica de orar, la "oración del corazón", o la "oración de Jesús". Es una oración corta, sencilla y que habría que estar repitiendo siempre, en todo momento, incluso dormidos. Por supuesto, el libro nos narra que esto último, el repetirla durante el sueño sólo lo han logrado los grandes ascetas y santos.

Es un libro asequible de leer. Aunque es un libro religioso, también se pueden vislumbrar pinceladas de la cultura eslava del siglo XIX. Permite conocer también el pensamiento cristiano ortodoxo. 

En resumen, es un libro que enriquece en muchos sentidos. Claro está, si llegas a él sin ningún tipo de prejuicio.