sábado, 13 de febrero de 2016

LCP XIV: EL SUSTENTO DE LOS PUEBLOS DEL OMO

Queridos amigos, en la última entrada acabábamos dando una pequeña pincelada sobre aquello en lo que los habitantes del río Omo basaban sus subsistencia. Decíamos que el elemento central de su alimentación, e incluso de la manera de entender su mundo, era el ganado. Pero sólo se trataba de una pincelada. Hoy nos vamos a meter más en harina.

Mursis

En prácticamente todos los pueblos del río Omo hay un predominio, una superioridad de la ganadería sobre la agricultura. Se considera al ganado como un producto de mayor riqueza, de mayor nobleza, que a aquél que se pueda obtener de roturar, de sembrar y de cultivar la tierra. La base de su cabaña ganadera la constituyen las cabras, las ovejas y los cebús. 

Ejemplar de Cebú adulto críado en granja en México para
 exposición de ganado
Pastoreo de cebúes en África
Los cebús, que son esos grandes toros y vacas, que solemos ver escuálidos en los distintos fotogramas que nos muestran los reportajes de prensa y televisión, y que son así de delgados porque el terreno no da para mucho más, pues es un terreno agreste, pobre. Son unos toros que se caracterizan además por su cornamenta y la giba que poseen sobre los cuartos delanteros. Poseen unos grandes cuernos, cilíndricos, que nacen hacia arriba, que se extienden y forman como los brazos de una lira, sobre la cabeza del animal, y que le dan una forma más desgarbada aún, si es que eso es posible. Este animal, cuyos antepasados provienen de la India, y fueron introducidos en África Oriental a través de Egipto en la época del Imperio Nuevo, es el indicativo de la riqueza que posee la familia dentro de la estructura social en la que se estructuran los pueblos del Omo.

Sorgo

Sin embargo, las condiciones clímáticas hostiles, con grandes sequías; la presencia de mosca tsé-tsé que produce la nagana en los animales y la enfermedad del sueño en los humanos, hace que ciertas poblaciones se dediquen también al cultivo de gramíneas como el sorgo. El sorgo aguanta altas temperaturas y resiste a la sequía. De hecho, puede ralentizar e incluso detener su crecimiento durante la sequía para después continuar con su desarrollo. Se usa para consumo humano y animal. Con él se pueden hacer tortas, panes y gachas, entre otro tipo de comidas.

El complemento a estos alimentos son los frutos silvestres, la caza, la apicultura y la pesca. Ésta última actividad es llevada a cabo con sumo cuidado, pues está llena de numerosos tabúes que la limitan de forma importante.

¿Por qué el ganado es considerado superior a la agricultura por parte de los pueblos del río Omo?

Su valor económico. Los pueblos del Omo obtienen del ganado una fuente de alimentación continua. Obtienen leche, la cual consumen sola, o mezclada con sangre. Obtienen sangre, que también consumen. ¿Cómo la obtienen? 
A través de un pequeño orificio abierto en la yugular de la vaca, con un dardo afilado y que, una vez obtenida la cantidad deseada, que nunca es mucha, taponan con una mezcla de hierba y excrementos que ayuda a la cicatrización rápida de la herida. La curación es óptima y la vaca puede continuar su vida, hasta la siguiente ocasión. Y también obtienen mantequilla. Para ello, la leche la baten en unas calabazas alargadas, de forma continua, lenta y pacientemente hasta que el líquido lácteo se va solidificando y pasando a una masa más o menos sólida alcanzando la consistencia adecuada.

La carne la comen solamente en ceremonias o ritos importantes, con familia e invitados, y se trata de animales sacrificados dentro de las propias ceremonias, normalmente cabras u ovejas. Las pieles sirven para cubrir el cuerpo y curtidas se utilizan para distintos objetos de uso diario.

Hombre mursi junto a su ganado
El valor social del ganado va mucho más allá. En primer lugar, se trata de un bien acumulable. El sorgo, la producción agrícola es necesaria consumirla en un tiempo más o menos inmediato, pues si no se acaba perdiendo. Sin embargo, el ganado no solo se va manteniendo en el tiempo, sino que va produciendo de forma continua riqueza (leche y derivados, crías).

Pero en segundo lugar, más importante aún, los pasos importantes de la vida de los pueblos del Omo se asocian a sacrificios rituales o a transacciones de animales. Así los ritos de iniciación, las ceremonias de matrimonio, la propia dote del matrimonio, las compensaciones por agravios etc.

Podemos hablar, en líneas generales, que en los pueblos del río Omo se da una combinación de pastoreo trashumante, que es predominante, junto con agricultura estacional, apareciendo en mayor o menor medida una trashumancia estacional. Este tipo de organización económica lleva a que existan excedentes de sorgo, cabras u ovejas que permitan que se de el flujo de bienes entre los distintos grupos de poblaciones y que ha llevado al surgimiento de mercados semanales en los que se produce la interrelación entre los distintos pueblos, más marcada aún que la que se venía dando previamente. Sin embargo, esa propia interrelación también lleva a una actividad económica similar que puede llevar a conflictos, conflictos por la posesión de tierras y pastos. 


Conflictos que antes se dirimían con arcos, flechas y lanzas, pero que con la llegada de las armas automáticas procedentes de Sudán y de Uganda, zonas de guerrillas, hicieron que la zona se volviera más virulenta. Actualmente, con la independencia de Sudán del Sur, y el aparente control de las guerrillas de Uganda, parece que las situaciones conflictivas son menos frecuentes. Aunque siempre nos sorprenderá la imagen del hombre del Omo con su kalashnikov.

Queridos amigos, nos vemos en internet.

jueves, 4 de febrero de 2016

LCP XIII: LOS SISTEMAS DE EDAD

Tribu Dassanetch

Queridos amigos. Quedábamos en la entrada anterior pendientes de explicar un concepto que se daba en el conjunto de poblaciones que vivían en las orillas del río Omo. Se trataba de los llamados "sistemas de edad". Pues bien, en esta entrada vamos a intentar describir de la forma más clara que podamos los mismos.

Los sistemas de edad son, ni más ni menos, las formas en que se agrupan los distintos individuos de los pueblos del río Omo para relacionarse entre sí. Este sistema de "clasificación" que utilizan estos pueblos se basa en la edad del individuo, en la generación a la que pertenece el individuo, o bien en ambas cosas, teniendo en cuenta tanto la edad como la generación de la que forma parte. Por otro lado, ante una sociedad patrilineal, como veíamos en la entrada anterior, esta manera de organización también es machista. Sólo los hombres forman parte de este sistema de edad. Y sólo los hombres van escalando posiciones en el mismo, bien mediante el paso del tiempo, o bien mediante la celebración de ritos y ceremonias que marcan el paso de una etapa a otra de la vida del individuo y el avance del mismo en la escala social.


De esta forma podemos establecer tres grandes etapas en los sistemas de edad del río Omo: Niño, Joven, Adulto. En todas ellas existen una serie de obligaciones hacia la familia y hacia el grupo al que se pertenece. Y en todas ellas se disfruta de una serie de ventajas y de derechos.

Pero para complicar un poco más el panorama, hay dos tipos de sistemas de edad: los grupos de edad propiamente dichos, y los grupos generacionales. ¿Qué en qué se diferencian? Vamos a verlo seguidamente.

1.- Grupos de edad: Son los más sencillos. Simplemente se accede a ellos por la edad biológica del individuo. Conforme se va cumpliendo años, se va pasando al siguiente grupo de edad.


2.- Grupos generacionales: Son los más complejos, y los más importantes. Los más importantes porque tienen connotaciones políticas, sociales y religiosas; porque le permiten al individuo el avance social dentro del grupo; y porque son los que realmente van a marcar el prestigio y la importancia del individuo dentro del grupo. Se trata de los más complejos porque la formación de dicho grupo generacional o la entrada en dicho grupo precisa del cumplimiento de una serie de rituales y ceremonias que no sólo dependen del individuo. También dependen de la situación socio-económica de la familia del individuo, o del número de hermanos que tenga el mismo, etc. Por otro lado, el avance en el grupo generacional conlleva nuevas responsabilidades, pero al mismo tiempo implica un mayor prestigio e influencia social. De hecho, el grupo de ancianos depositario de los valores tradicionales es el grupo generacional de máxima responsabilidad política y económica dentro de un poblado.

De ahí la gran importancia de los sistemas de edad para los habitantes del río Omo. Y por ello la necesidad de dedicarle casi toda una entrada.

Haré un breve apunte sobre sus creencias. Aunque hay grupos que reconocen la existencia de una deidad suprema, su religión tradicional es animista llena de símbolos y ritos unidos a todas las facetas de sus vidas, no solo la parte más o menos social sino incluso la económica. Y existen personas dentro de sus tribus, que no suelen pertenecer a ningún clan, a las que suelen reconocer estar dotadas de capacidad para mediar entre el mundo de los vivos y el mundo de los espíritus, lo que les permite el contacto con los antepasados.

La mayor parte de los pueblos que habitan las orillas del río Omo son pastores. Para ellos el ganado es el elemento central de su economía y juega un papel fundamental en la visión de su mundo. Pero, para describirlo con mas tranquilidad, será tema para la próxima entrada.

Hasta entonces, queridos amigos, nos vemos en la red.

martes, 26 de enero de 2016

LCP XII: EL INTRINCADO PUZZLE ÉTNICO-CULTURAL DEL RÍO OMO


Queridos amigos de La Cultura de los Pueblos. Decía en la entrega anterior que cuando los científicos, esos señores tan sesudos, que intentan desentrañar los distintos recovecos de los que se ha venido en llamar ciencia y que en realidad no es, ni más ni menos, que el saber del ser humano, el conocimiento que tiene el hombre sobre todo aquello que le rodea; pues bien, cuando los científicos, los antropólogos intentaron sistematizar los distintos pueblos que habitaban las dos orillas del río Omo, se encontraron con que la diversidad y peculiaridad de los mismos era tal, que sería necesaria una inmensa relación, y al mismo tiempo, mezcla, de características, para poder describir adecuadamente a todos estos pueblos.

Y he de confesar que, cuando me enfrenté a estos pueblos, como siguiente parada en nuestro viaje a través de los distintos grupos indígenas humanos que aún pueden reivindicar su cultura y sus costumbres ante un hombre "civilizado", también noté en mi interior una sensación de vértigo y de mareo. Y yo, humildemente, que sólo quería un acercamiento, más o menos somero, me vi en la tesitura de qué hacer.

Río Omo
La primera opción, la más rápida, hubiera sido saltármelos. En realidad, esto no pretende ser una obra sistemática de todos y cada uno de todos los pueblos indígenas que existen en este momento en la superficie terrestre. Mis fuentes y mis capacidades no pueden pretender tanto. Pero no sería honesto. La segunda sería omitir lo más complicado, pasar por encima e ir a lo sencillo, pero entonces corría el riesgo, y seguramente caería en el pecado del convencionalismo. Y no quería. Prefiero que mis relatos sean sosos a convencionales.

Por último, como alternativa, sería el hablar todo aquello que sé sobre estos pueblos, lo cual me llevaría a varias introducciones y a que los relatos, que sé que es lo más jugoso de estas entregas, tardarían un poco más en llegar. Pero de esta forma, no traiciono el sentido de esta serie que quiere reflejar a estos pueblos, con sus tradiciones y sus características, y, al mismo tiempo, permite que el cuadro sobre el cual nuestros auténticos protagonistas, nuestros contadores de relatos, esté completo. Por eso me decidí por esto último.

Por todo ello, solicito la paciencia e indulgencia del lector ante las próximas entradas. Los relatos llegarán lo antes posible. E incluso antes de lo que pueda parecer. Pero antes de que nuestros auténticos protagonistas nos cuenten parte de sus vidas es preciso conocer algo más sobre estos pueblos del río Omo.

En primer lugar tenemos que decir que los distintos pueblos que habitan a orillas del Omo reciben distintas denominaciones, que incluso coinciden las de unos pueblos con otros. Normalmente son tres tipos de denominaciones o nombres:

1.- El nombre por el que se conocen a ellos mismos.
2.- El nombre que les dan otras tribus de la misma región.
3.- El nombre que les dan terceros: autoridades administrativas, estudiosos científicos, artículos de prensa, etc.

Nosotros procuraremos en todo momento usar el nombre que cada tribu se da a si mismo, tal como hicimos con los sam, para identificarlos.

Una vez aclarado el maremagnum que podríamos tener con los nombres, ahora hablaremos de su disposición social. Un individuo suele pertenecer a una familia. Varias familias, formando uno o varios linajes, se agrupan en un clan. Los clanes se organizan, a través de segmentos o subgrupos, en tribu. Y por último, varias tribus dan lugar a un grupo étnico-cultural.


Las sociedades son patrilineales polígamas. ¿Qué quiere decir esto? Que, aunque tienen varias mujeres, la que se sigue es la línea paterna.

Otra característica importante, tanto o más quizá que la poligamia o la sociedad patriarcal es el que las uniones conyugales están reguladas para asegurar la exogamia. En unas poblaciones con tan pocos individuos, asegurar que no se producen uniones endogámicas que puedan producir individuos débiles que lleven a la desaparición del grupo en el curso de unas cuantas generaciones es muy importante para la supervivencia del mismo. La regulación llega a tal formulismo que,según los grupos, puede ser en ambas direcciones o en una sola dirección, por ejemplo, siempre se casará una mujer tsamako con un hombre banna pero nunca una mujer banna con un hombre tsamako.

Hombre de la tribu banna

Hay dos grandes líneas lingüisticas:
--Nilo-saharianas: parte occidental del río Omo, relacionadas con pueblos del Sudán del Sur y Uganda.
--Afro-asiáticas: parte oriental del río Omo, divididas a su vez en Omóticas y Cushíticas.

La interrelación de estos dos grandes grupos lingüisticos se da más dentro de cada uno de ellos, dada la afinidad lingüistica y cultural. Sin embargo, el medio hostil con escasas e irregulares lluvias y tierras poco generosas hace que hayan desarrollado una serie de mecanismos que garantizan su supervivencia. A estos mecanismos se añaden unos rasgos comunes a la propia identidad socio-cultural de cada uno de los pueblos. Uno de estos rasgos, uno de estos conceptos es el de los denominados "sistemas de edad". Pero eso será tema para la siguiente entrada.

Queridos amigos, saludos desde la red.

lunes, 18 de enero de 2016

LCP XI: EL VALLE DEL OMO

Río Omo

Queridos amigos de "La Cultura de los Pueblos". Dejamos atrás al entrañable pueblo sam, para viajar a otra zona de nuestro planeta. No abandonamos África. Nos dirigimos hacia el norte, desde el árido desierto del Kalahari hasta un valle. Un valle que se encuentra en la confluencia de tres naciones, Etiopía, Kenia y Sudán del Sur. Pertenece geográficamente al suroeste de Etiopía; pero, sin embargo, es una zona habitada desde hace cientos de años por una serie de tribus cuyo contacto con el ser humano "civilizado" ha sido escaso. Sólo en las últimas décadas ha comenzado a mantener una relación con nuestra civilización y a partir de ahí han aparecido los problemas. Pero comencemos por el principio.

Recorrido río Omo hasta su
desembocadura en el lago
Turkana
Este valle al que me refiero está surcado por el río Omo, del cual recibe el nombre. Recorre de norte a sur la región suroeste de Etiopía, que era una de las más aisladas del país. Desemboca en el norte del lago Turkana, en la frontera con Kenia, y en su margen occidental, marcado por el río Kibish, se encuentra la frontera con Sudán del Sur.

Vittorio Bottego
El río Omo es un gran río que en Europa era conocido ya desde el siglo XVII, pero que, como todo lo relativo a estas regiones del África Oriental, no se sabía adonde llegaba, dónde desembocaba. Las teorías más populares señalaban al Océano Índico como destinatario de sus aguas; una segunda teoría era que el río Omo era un afluente del río Nilo; y una tercera que vertía sus aguas en el recién descubierto por aquellas fechas lago Rodolfo, que es el actual lago Turkana. Pues bien, tuvieron que pasar casi dos siglos y medio hasta que en 1896, la expedición dirigida por el explorador italiano Vittorio Bottego y patrocinada por la Sociedad Geográfica Italiana confirmara como auténtico fin y desembocadura del río Omo el lago Turkana, confirmando al mismo tiempo que este río era la gran fuente de la que se nutrían las aguas de dicho lago.

Menelik II
A partir de finales del siglo XIX, Menelik II, Negus de Etiopía -que ese es el título que ostentaba el monarca de Etiopía- integró la región del Omo a su reino. Sin embargo, la zona continuó aislada y ajena al devenir histórico y político de Etiopía. Cuando en los años setenta y ochenta del siglo XX los antropólogos se interesan por esta región y comienzan los estudios de los distintos grupos étnicos que la forman, se encuentran con una gran sorpresa. Existe tal diversidad de grupos étnicos-culturales que intentar sistematizarlos es algo así como resolver un intrincado rompecabezas de miles de piezas. El tamaño reducido de los grupos; la evolución independiente de los mismos; las relaciones entre ellos bien amistosas o bien conflictivas, los desplazamientos de los grupos, todo ello hace que los pueblos del río Omo constituyan uno de los grupos culturales más apasionantes en los que nos podamos sumergir.

Y a ello nos dedicaremos en las próximas entradas.


sábado, 9 de enero de 2016

RESPUESTA A UNA AMIGA


Lo importante es el camino y no la meta.

Pones esta afirmación en tu entrada y no sé hasta qué punto te das cuenta de lo profunda que es. Y no sé hasta qué punto el resto de los que la lean se darán cuenta de lo profunda que es.


Pues la pregunta es: ¿el camino merece la pena para la meta que queremos conseguir? ¿las penalidades, tristezas, desengaños, esfuerzos, ilusiones, esfuerzos, fracasos a los que nos sobreponemos a lo largo del camino nos sometemos merecen realmente la pena para la meta que queremos alcanzar?

Cuidado. Esta no es una pregunta triste, pesimista, negativa, aunque pueda parecer lo contrario. Pero sí es una pregunta selectiva, que sirve para dejar atrás a aquellos que piensan que las metas se consiguen solamente con una sonrisa, con un pequeño esfuerzo, con un "viva la Virgen" como decían en mi pueblo antaño. Las metas que realmente merecen la pena precisan de esfuerzo. Y esas metas precisan de personas que las merezcan. No de espíritus mediocres que se sientan tristes porque "se les ha muerto el canario" o porque "tiene que trabajar en la otra punta de la ciudad". No.


Las metas auténticas se las merecen aquellas personas que realmente saben de penalidades y esfuerzos. De tener un hijo que llora por hambre y no tener que darle de comer -cualquier refugiado sirio actual-, o de una abuela que tiene que explicar a su nieto por qué su padre ha empezado a beber más de lo normal -después de llevar más de dos años de parado, y sin encontrar un puñetero empleo-. A esos, a esos auténticos héroes de nuestros días, a esos auténticos olvidados de nuestros días, es a los que hay que ayudar y facilitarles el camino, no la meta.

Por lo demás, totalmente de acuerdo contigo,

Un abrazo.